Llegado el verano, es el momento en el que a mayor parte de los coruñeses se plantean llevar a cabo un viaje, quizá a un lugar exótico donde puedan relajarse, lejos de las preocupaciones cotidianas. Los ladrones, en cambio, son más hogareños: según las últimas estadísticas del Ministerio de Interior, los robos en domicilios crecen un 65% durante los meses de verano, aunque a veces llegan a aumentar mucho más. 

Los datos de los últimos años, que Interior suministra de manera trimestral, no dejan lugar a dudas. Esta época una de las favoritas para los amigos de lo ajeno, que aprovechan las ausencias, por breves que sean, para colarse en las casas y llevarse lo más valioso que encuentren. Por eso la Policía Nacional emite cada año por estas fechas una serie de recomendaciones para aquellos que se van de viaje. 

Cerradas y abiertas 

Por ejemplo, comprobar que ventanas y puertas están bien cerradas, con todas las vueltas de llave, incluso si es durante poco tiempo porque también pueden ser aprovechados por los ladrones. En cuanto a las persianas, no se deben bajar totalmente, y es una buena idea instalar un temporizador para que se ilumine la casa a diferentes horas, o se encienda la televisión. Sobre todo, no hay que desconectar el timbre: es una señal inequívoca de ausencia.
 

Por supuesto no hay que publicar en las redes sociales las vacaciones, porque los delincuentes están al acecho. Se trata de  evitar que la casa parezca deshabitada, por ello, si es posible, que alguien de su confianza vacíe su buzón y cambie la altura de cierre de las persianas.
 

Por si sucede lo peor, es buena idea hacer fotografías y apuntar los números de serie de todos los objetos valiosos. Y si al regresar se encuentra uno la puerta abierta, se debe llamar al 091 sin ni siquiera tocarla.