Del rojo al verde: la cuenta atrás que dura mucho más de diez segundos

Los semáforos más lentos de la ciudad obligan a los transeúntes a esperar a veces más de un minuto para cruzar
Del rojo al verde: la cuenta atrás que dura mucho más de diez segundos
foto: Quintana

Esperar frente a un semáforo es una de las experiencias más angustiosas que se experimentan en el día a día, porque convierte un simple paseo en una serie de pistoletazos de salida. El parpadeo rojo del muñeco sin rostro, el parpadeo de la mano instando a refrenarse, el mensaje conminatorio “espere verde, por favor” y la sensación de que aquello es una línea de salida. Para el que espera, un minuto es un siglo, y por eso hay muchos pasos de peatones en A Coruña en los que la desesperación es palpable: calle Hospital, As Atochas, ronda de Outeiro o la de Nelle albergan algunos casos.  

 

CIFRAS

140 CONTADORES
en los pasos semafóricos más importantes de la ciudad instaló el Ayuntamiento en 2022 para mejorar la movilidad peatonal   
117 PEATONES
resultaron atropellados el año pasado según las estadísticas de la Policía Local en las calles coruñesas, la mayoría de más de 70 años


Cada peatón tiene en A Coruña un semáforo que odia, que evita como puede con un rodeo o que simplemente se salta, los que están el doble de tiempo abiertos que cerrados. Por ejemplo, el de la calle Hospital (27 segundos abierto / 81 cerrado) junto al cruce con Zalaeta. La avenida de Buenos Aires es otro ejemplo claro de esta desproporción (24 abierto / 85 cerrado) que se da en muchos de los semáforos de la ciudad. O el de Juana de Vega junto a la calle Alameda, donde la proporción es de casi tres a uno (27 abierto / 122 cerrado).

 

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foto: Andrea Gestal


Por supuesto, lo más complejo son los cruces, donde los cuatro semáforos a menudo presentan tiempos ligeramente distintos. La avenida de Oza con la ronda de Outeiro es un ejemplo de ello, con ciclos de apertura para peatones que varían desde 21 a 27 y de cierre de 80 a 87 dependiendo de por dónde se cruce. En Ramón y Cajal con la avenida de Oza ocurre igual: para cruzar la primera calle hay que esperar 88 segundos, pero para hacerlo con la avenida de Oza solo 83. Los tiempos de apertura también difieren en tres segundos.


Prioridades


Los peatones tienen que afrontar el hecho de que en lo que se refiere a evitar trastornos en el tráfico, es más importante dar salida a los coches que a los peatones, porque los embotellamientos solo los producen los que se ponen detrás del volante, así que desde la sala de pantallas ahora Cimob (Centro Integral de Mobilidade), así que solo en algunos puntos, donde el tráfico es muy ligero, se favorece de forma clara a los que van a pie. Es el caso del cruce de los Cantones con los jardines de Méndez Nuñez, donde el tiempo para cruzar es de 87 segundos y apenas se espera 25. Esto no habría sido posible antes de que se restringiera el tráfico en la zona. Por el contrario, donde se forman cuellos de botella para la circulación, el tráfico rodado tiene prioridad. El caso más clamoroso es del túnel de As Atochas, que pasa por acoger el semáforo peatonal más lento de la ciudad.  

 

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foto: Quintana


Para cualquiera que esté dispuesto a respetar las ordenanzas de circulación, la espera es de nada menos que de 92 segundos interminables durante los cuales, los peatones intercambian miradas desde uno y otro lado de la acera. Cuando por fin cambia, todos empiezan a cruzar a grandes zancadas. A fin de cuentas, solo tienen quince segundos antes de que vuelva a ponerse en rojo.


Probablemente, el cruce más ajustado al cronómetro es el de la ronda de Outeiro con la avenida de Arteixo. No en vano, es uno de los nudos de circulación más importantes de la ciudad y la intersección de dos arterias viales que obliga a hacer malabares con la señales. En este caso, los tiempos de paso para los vehículos oscilan entre los 24 segundos de la avenida de Arteixo en sentido salida de la ciudad y los 39 de la ronda de Outeiro, en el mismo sentido., mientras que los peatones llegan a tener 71 segundos, en la avenida de Arteixo en dirección salida, en dos fases. Pero para cruzar la ronda de Outeiro se tienen como mucho 28 segundos.

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foto: Andrea Gestal 

 


Por su parte, la ronda de Nelle cuenta con algunas de las señales semafóricas que tardan más tiempo en cambiar a verde de toda la ciudad. Hay que tener en cuenta que se trata de una de las vías más largas pero aun así, es llamativo que el semáforo que se encuentra frente a la iglesia de San Pedro de Mezonzo sea uno de los más lentos de la ciudad. Funciona en dos fases: una de solo once segundos abierto para peatones y 97 segundos cerrado y el otro, 62 para los peatones y 46 para los coches.  


No es de extrañar que una de las peticiones más frecuentes que recibe la alcaldesa sea alterar la frecuencia de los semáforos a favor de los peatones, pero rara vez los expertos en Movilidad del Ayuntamiento pueden conceder algo más de un segundo. La sensación subjetiva de espera es algo que se alivió un tanto cuando, en el año 2022, el Ayuntamiento decidió instalar contadores en los principales pasos de peatones. Costó casi 600.000 euros, pero hay quien diría que valió la pena, porque, cuando se está esperando frente a un semáforo, cada segundo es oro. 

 

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foto: Quintana

Del rojo al verde: la cuenta atrás que dura mucho más de diez segundos

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