La solicitud realizada recientemente por los vecinos de la Sagrada Familia acerca de la reubicación de la Cocina Económica, y que llegó a María Pita en forma de registro formal, ha dado lugar a una malinterpretación sobre los motivos y la naturaleza de la misma. Según la asociación que preside Juan Rodríguez se trata de una reubicación y no de una crítica a una labor que considera muy necesaria. “En todo momento queremos nuestro deseo de que siga la Cocina Económica en el barrio, su labor es muy respetable, pero no está en el sitio debido”, afirma. “Se trata de reubicarla en otra ubicación, dado que está en una pista deportiva y la queremos para que jueguen los niños”, añade.

La asociación cree que el revuelo causado por la iniciativa se debe a un “malentendido” e incluso ha propuesto alternativas para la sede de la Cocina Económica. “Una opción sería la reubicación en un lateral de la propia pista y otra que hemos ofrecido es un bajo de la calle de Belén”, subraya Rodríguez. Y es que recuperar la actividad intensa en la remozada pista deportiva es una de las banderas de la junta directiva. “Los niños jugando y la Cocina Económica son dos actividades que no congenian muy bien, igual que con el puesto de barrenderos”, opina el presidente. “No tiene sentido jugar, guardar cubos de basura y tener a gente que busca comida; por ejemplo, que los niños se junten al salir, que alguien reciba un pelotazo y se pueda generar un problema”, finaliza Juan Rodríguez.