Unas 6.500 personas para Delegación (4.850, según la Policía Local), se concentraron ayer durante cerca de media hora en los jardines de Méndez Núñez para protestar en contra de la amnistía de los implicados en el procés. En el acto, convocado por el PP, el presidente provincial, Diego Calvo, leyó un manifiesto en el que calificó el pacto para la investidura de Pedro Sánchez como un “ataque a la Carta Magna, la división de poderes y las bases mismas de nuestro Gobierno”.
Las mismas palabras resonaban al mismo tiempo en todas las capitales de provincia de la comunidad autónoma. La multitud había comenzado a llegar quince minutos antes de la hora para congregarse en los jardines bajo docenas de banderas. La española era omnipresente, pero también figuraban muchas gallegas, así como las de la Unión Europea.
Era una concentración bastante heterogénea, e incluso se distinguía una bandera arco iris Lgtbiq+, así como unas aspas de San Andrés e incluso un par de enseñas nacionales a las que se les había practicado un agujero en su centro, aludiendo así al águila de San Juan, la bandera preconstitucional, a pesar de que se trataba de un acto en defensa de la Constitución.
Calvo, desde su tribuna al pie del monumento a Curros Enríquez, denunció la actuación del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que “con la única intención de perpetuarse en el poder, se ha puesto al frente del movimiento independentista, que busca atacar el Estado, amordazando jueces y fiscales. Están vendido la libertad e igualdad de los españoles”. La multitud estalló en aplausos.
“Nosotros no nos escondemos, no nos ponemos de rodillas ante los que odian la democracia, y no nos vamos lejos, sino que salimos a las plazas y calles de nuestra nación, orgullosos de nuestra democracia, de nuestros jueces, de nuestra Policía, de nuestros ciudadanos y de nuestra Constitución ¡Orgullos de España!”. Aquello provocó que la multitud coreara “¡España, España!”. No fueron las únicas consignas que gritaron: “¡Puigdemont, a prisión!” “¡Pedro Sánchez, a prisión!” “¡No es un presidente, es un delincuente!” e “¡Hijo de puta!”.
Calvo prometió que darían la “batalla contra la impunidad” en los parlamentos, en las instituciones, en la Justicia, en la Unión Europea. “Y sí, también lo haremos en las calles, de forma pacífica, como estamos haciendo hoy en A Coruña”, añadió, al tiempo que auguraba una respuesta “serena y firme. Algún día la Historia contará que España se puso en pie ¡España no se rinde!”. Con estas palabras, finalizó el acto.
Pero la jornada de protestas no terminó allí: unas 500 personas, según la Policía, se trasladaron a la sede del PSOE, en Zalaeta. Hacia allí acudieron cerca de 500 personas, según fuentes policiales, lo que obligó a cortar la calle. Nuevamente se vio alguna enseña nacional agujereada, y gritos de “Esto no es una sede, es un puticlub”, se mezclaron con vivas a Cristo Rey y reivindicando que España es cristiana, no mora.
El acto duró cerca de una hora. El presidente provincial de Vox, Manuel Fuentes, provisto de un megáfono, pronunció un discurso en el que aseguró que ayer no era el día de siglas ni de partidos políticos, “senon de España e dos españois, xuntos e unidos contra o golpe de Estado”. Hoy a las ocho volverán a concentrarse allí, convocados por la asociación Solidaridad, ligada a Vox.