El sistema de la nueva Zona de Bajas Emisiones se retrasa a finales año

El Ayuntamiento aprobará una segunda prórroga por falta de suministros para el control de accesos
El sistema de la nueva Zona de Bajas Emisiones se retrasa a finales año
Un agente vigila las calles desde el Cimob | quintana

Los sistemas de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) no serán totalmente operativos hasta noviembre. La alcaldesa, Inés Rey, había anunciado que la infraestructura estaría completada después del verano, sin precisar, pero será sin duda más tarde de lo previsto. El problema son los suministros para instalar el sistema de control de accesos y señalización de la ZBE, que están sufriendo una demora.


Se trata del Lote I, que cuenta con un presupuesto de 2.496.000 euros. El Ayuntamiento entiende que el problema es que las unidades que se han incluido en el contrato requieren más tiempo para ejecutarse y para suministrarse. Esto significa que no piensa sancionar a la empresa por el retraso. El contrato se había formalizado en enero del año pasado, y el plazo era de nueve meses y ya se había solicitado una ampliación en noviembre del año pasado hasta este mes.


Hace 19 meses que el Ayuntamiento implantó la Zona de Bajas Emisiones, esa medida de obligado cumplimiento de la Unión Europea que tiene como objetivo mejorar la calidad de la atmósfera. Pero no hubo tal mejora, porque la ZBE se implantó únicamente en la Ciudad Vieja y La Marina, puntos en los que ya estaba restringido el tráfico.


La red de cámaras y sensores que se está pagando con fondos europeos llega hasta la ronda de Outeiro, pero no se restringirá el tráfico de vehículos contaminantes o no. La única zona restringida será La Marina y al Ciudad Vieja, que ya lo eran antes de convertirse en ZBE.


Cámaras


Pero, si no servirá para reducir el tráfico contaminante es decir, los viejos diesel, sí permitirá, según el Ayuntamiento, conocer mejor el funcionamiento del tráfico en A Coruña y extraer datos muy valiosos gracias a la red de sensores distribuida por todo el casco urbano. Y, por supuesto, sancionar. Cuando todo esté listo el número de cámaras que pueden multar habrá pasado de 23 a 42


Actualmente hay cinco en La Marina y 18 en las calles que cuentan como Vía Prioritaria Vigilada (VPV). Por ejemplo, Juan Flórez o un tramo de la ronda de Outeiro. Pero antes de que acabe el año se activarán once cámaras en la Ciudad Vieja, que es una Zona Peatonal Regulada o ZPR y también ocho más en las zonas de carga y descarga.


También se ha avanzado mucho en la instalación de los sensores de la Ciudad Vieja, con los que se pretende garantizar que solo los vehículos de reparto y de los residentes puedan acceder al casco histórico.


Algunas de las cámaras que controlan el centro funcionan con Inteligencia Artificial (IA) y pueden identificar los movimientos de coches y peatones y diferenciarlos. Todo se controlará desde la sala de pantallas de la Policía Local, que ha sido reformada con tecnología punta para convertirla en el Centro Integral de Movilidad (Cimob). 

El sistema de la nueva Zona de Bajas Emisiones se retrasa a finales año

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