El suizo que dio a los coruñeses una lección sobre cómo relajarse

El suizo que dio a los coruñeses una lección sobre cómo relajarse
El turista suizo, en su hamaca amarilla

Los jardines de Méndez Núñez son un lugar de relajación y esparcimiento, pero ha sido un suizo el que ha dado toda una lección a los coruñeses de cómo aprovechar esta zona verde. Joss Kritz, un turista suizo, disfrutó del sol de la mañana plantando una llamativa hamaca amarilla entre dos árboles, dormitando y leyendo a ratos un libro. "Hay gente que me mira y sonríe, me dicen 'hola', pero a nadie le parece mal", comenta este director de escuela jubilado. Preguntados al respecto, fuentes municipales no han sido capaces de confirmar si esta práctica está permitida. "Nadie lo había hecho antes", comentan. 

 

Kritz lleva un mes viajando por la costa norte de España, Galicia incluida. "Me encanta. Es un gran país", asegura desde la comodidad de su hamaca. "Viento fuerte, bonitos pescados y gente amigable", describe. En A Coruña habían llegado el domingo desde Muxía y solo permanecerán aquí dos días, para luego dirigirse en Bilbao, donde también permanecerán un par de día, durante los cuales visitarán, entre otros puntos de interés, el Museo Guggenheim.  Luego un par de ciudades más, antes de  regresar a Suiza. 

 

El profesor viaja con su mujer con su cabriolé. En cuanto a la hamaca, ha viajado con él en todos sus viajes y casi todos los días dedica un tiempo a buscar un par de árboles a la distancia adecuada el uno del otro, "como estas hermosas palmeras", lee un poco, y contempla los anuncios electorales que discurren ante sus ojos en los coches que circulan por Los Cantones. "Es tiempo de votar ¿No?", pregunta. Kritz asegura que no hay nada tan cómodo como la hamaca y que le gusta pasar algo de tiempo con los lugareños, entre árboles, el parque. 

 

El director jubilado la ha usado en todas las ciudades por las que ha pasado y la respuesta ha sido siempre la misma: "Sonríen un poco y dicen '¡hola!". A Kritz le encanta el término "jubilado" para referirse a su condición. "Es una expresión bonita", sonríe mientras hace tiempo a la espera de que sea la hora para ir al mercado, comprar pescado y cocinarlo en el piso turístico que ha alquilado. "La cocina española es una gran cocina. Pescado, arroz y el vino local de Galicia: el Ribeiro, vino muy fresco, con un gran aroma", alaba.  Y asegura que se lo comunicará a todos los seguidores que tiene en su cuenta de Whatsapp. 

 

 

 

 

El suizo que dio a los coruñeses una lección sobre cómo relajarse

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