A Coruña brinda una despedida masiva a una de sus tascas de toda la vida

Bodegas Cao puso fin a un ciclo de más de cuatro décadas
A Coruña brinda una despedida masiva a una de sus tascas de toda la vida
Asistentes a la fiesta de despedida de Fito, fundador de Bodegas Cao, ayer, en Elviña | Carlota Blanco

En plena antesala de la llegada del Mundial 2030, algunos de los establecimientos más icónicos surgidos al abrigo de la cita de 1982 empiezan a cerrar su ciclo o a reinventarse. Sucedió con el Mesón O’Bo, que en Semana Santa abrirá un nuevo ciclo, y a partir esta semana seguirán un guión semejante las históricas Bodegas Cao de Elviña. Será solamente un cambio de gerencia pero, cuando quien está al otro lado la barra supone un reclamo en sí mismo, para las generaciones de habituales es como si les arrancasen una parte del barrio.

 


Resulta difícil definir el último baile en honor a Rodolfo Cao Vega ‘Fito’, la persona que el 1 de mayo puso en marcha por aquel entonces una tasca más de la ciudad y hoy, debido a la tendencia a la extinción, una tasca de toda la vida. Más de 200 personas quisieron compartir un último servicio en la fiesta sorpresa organizada por su hijo,pero sobre todo quisieron llevarse una última foto de familia del lugar que guarda un espacio privilegiado en la memoria de todo un barrio. “Va a ser todo un poco complicado, especialmente los primeros días, porque pasar de un lado a otro de la barra, con tantos amigos de por medio, será difícil”, confiesa Fito. En la convocatoria, realizada a espaldas del hostelero, se recordaba el “trato espectacular por parte de Fito, Meli y María”.

 

 


Nada hacen especialmente diferente a Bodegas Cao, y al mismo tiempo todo parece parte de un paréntesis en el tiempo, de un viaje a una muy coruñesa forma de trabajar que empieza a perder la batalla frente a la homogeneización. “No sé cuál es el secreto del éxito. Intenté hacerlo lo mejor posible, ser amable y no sé si lo conseguí o no. Quisimos ayudar a todo el mundo y ser amables. Algunas de las claves pueden haber sido la suerte y la insistencia”, explica Fito sobre sus más de cuatro décadas de servicio. “Algunios partidos del Deportivo, las sardiñadas organizadas entre todos... son muchas cosas las que me llevo”, prosigue.
En el otro lado, cuando se le pregunta a los clientes, pocos olvidan los pinchos de callos, fabada, albóndigas o ensaladilla, así como las tablas de embutidos. “Éramos uno de los locales más antiguos de Cuatro Caminos hacia Elviña”, asume.

 

Jubilacion bodegas cao (17) 15505779
 

 

 

 

Así será

Lo cierto es que Fito ya se ha encargado de decir a todos y cada uno de los habituales que lo suyo no es una bajada de verja, sino una “transmisión de licencia”. Dos jóvenes, una de ellas natural del barrio, tomarán el relevo y serán las Fito de 1982. Prometen, o al menos a eso se han comprometido con el fundador de Bodegas Cao, que el establecimiento será cien por cien reconocible. 


Eso sí, quitarle a Fito es como sacar buena parte de una esencia sobre que quedó retratada para siempre en una inolvidable fiesta de despedida. “Han atendido a abuelos, padres y nietos gente desde los 30 a los 90 años que son fieles al chateo. A todos ellos gracias, porque siempre hemos sido un bar de reuniones de amigos y familia”, finaliza uno de los organizadores de la fiesta del adiós y del punto seguido. 

A Coruña brinda una despedida masiva a una de sus tascas de toda la vida

Te puede interesar