Los pronósticos meteorológicos lo advirtieron y, para los escépticos, los truenos que retumbaron a primera hora de la tarde. La tormenta vació sobre la ciudad seis litros de agua por metro cuadrado en algo más de dos horas, lo que es un buen chaparrón si se tiene en cuenta el verano excepcionalmente seco que estamos viviendo, y que mantiene al embalse de Cecebre en prealerta por sequía.
Los coruñeses sacaron los paraguas a pasear y es una buena idea que los mantengan cerca, porque la probabilidad de lluvia seguirá siendo alta hasta el martes. Esta misma semana, la Agencia Española de Meteorología (Aemet) predijo un otoño cálido y lluvioso que parece haberse adelantado una semana.