La falta de espacios de estacionamiento ha llevado a los vecinos de O Castrillón a demandar un aparcamiento público para poner fin a esta situación que genera malestar entre los residentes.
“Con la excepción del párking de la plaza de Luis Seoane, junto al edificio administrativo de Monelos, no tenemos estacionamientos públicos en el resto del ámbito de O Castrillón, Eirís y Monelos. El déficit de plazas es brutal, las zonas de carga y descarga no funcionan, no cumplen su cometido y son insuficientes, por lo que para los repartidores todos los días son una aventura porque no saben si acabarán con multa o no”, asegura el vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Comerciantes de Castrillón, Eirís y Monelos (Acocem), Jesús Meizoso.
Tras una consulta conjunta con vecinos y comerciantes, el vocal de Acocem transmite la opinión del barrio de que “las necesidades que genera el movimiento de cosas y de residentes con movilidad reducida no están mejor resueltas. Es otra cuestión en las que las autoridades no admiten mayor problema y nosotros vemos claro que la única alternativa para que la liberación de espacios sea sostenible es la construcción de aparcamientos soterrados. Algunas de las zonas donde hay una mayor dificultad para aparcar son el entorno de la plaza de la Concordia, Pablo Iglesias, Javier López López, avenida de la Concordia y la calle de Antonio Noche.
Sobre este asunto, Meizoso añade, además, que “la gestión del espacio para vehículos estacionados también es un aspecto de las políticas de movilidad que debe tenerse en cuenta. Los coches ventosa y la saturación del espacio en superficie hacen mucho daño a la economía y calidad de vida de los barrios”.
Otro de los principales problemas que el vocal de Acocem califica como “el talón de Aquiles”, es la necesidad de incrementar la presencia de efectivos policiales. “Hacen lo que pueden con los medios que tienen; lo hacen bien y siempre insisten en que la coordinación con la ciudadanía es fundamental. Están muy en contacto con nosotros, pero hay que aumentar la presencia en el barrio”.
Unido a la vigilancia, Meizoso recuerda los problemas relacionados con el tráfico de drogas, sobre todo en el entorno de casas abandonadas en O Castrillón. “Después de muchas misivas, algunas autoridades han considerado estos problemas y a impulsar alguna acción, como el derribo de algunas de esas viviendas”.