Los vecinos de las Casas de Franco, en O Ventorrillo, siguen en pie de guerra para tratar de lograr el cambio que desean en el proyecto de humanización de la zona, que comenzó en septiembre del año pasado. Decenas de vecinos se dieron cita este miércoles en el local vecinal del barrio para conocer el estado de 'negociación' que mantienen los residentes afectados con el Ayuntamiento, al que acusan de lanzar "bulos" y "mentiras" sobre las obras.
Los cables, el parterre y la accesibilidad a los tres portales, así como la elevación de la plaza, son los ya conocidos argumentos de las demandas vecinales para rechazar el proyecto. El Gobierno municipal mantiene que los cables no pueden ser soterrados al coincidir con el aparcamiento subterráneo, por lo que era necesario elevar la plaza 40 centímetros.
El Ayuntamiento, en la última reunión celebrada, había instado a los vecinos a realizar alegaciones que estuvieran basadas en informes técnicos, y así lo han hecho mediante un escrito remitido el pasado 29 de abril. "Chegáramos ao acordo de que, de haber una alternativa tecnicamente viable que evite a elevación da zona axardinada por mor do novo tendido eléctrico que discorre sobre o parking, esta baixaríase a cota 0", señalan en el comunicado.
Tras realizar una consulta presencial por parte de dos miembros de la Plataforma de las Casas de Franco con autoridades provinciales en materia de industria y energía, "se nos comunica que non se precisa o soterramento das conduccións eléctricas marcado por norma con carácter xeral e cando se adopten outras medidas de protección mecánica que garantan a seguridade das instalacións coa correspondente supervisión técnica". Es por ello por lo que ahora los vecinos se preguntan: "¿Dónde está el documento que obliga al retranqueo del cableado de Fenosa?".
Como alternativa, proponen recubrir con una chapa de acero de tres milímetros de espesor las nuevas conducciones eléctricas como medida de protección cuando sea imposible que vaya bajo tierra. Esta medida, aseguró el portavoz de los vecinos, Enrique Martínez, permitiría aprovechar mejor el espacio y mejorar la accesibilidad. "No somos el 'Planeta de los simios' para tener que trepar para llegar a nuestras casas", dijo, mientras añadió que está dispuesto a "retar" a la alcaldesa, Inés Rey, y al concejal de Urbanismo, Francisco Dinís Díaz Gallego, a que "intenten razonar": "Si tienen la posibilidad todavía de volver a cota cero, no tienen excusa. Los retamos a un debate abierto en el medio que sea y que defiendan que su propuesta es mejor para la ciudadanía".
Por su parte, Deborah Cotelo, vecina de las Casas de Franco, relató el sentimiento de las 141 viviendas que existen en la zona: "Nos vemos encerrados y no nos escuchan; ¿A quién beneficia esta obra?".
La alcaldesa, Inés Rey, remitió este miércoles una carta a los vecinos afectados por las obras en la que recuerda que en la pasada reunión se acordó que el Gobierno local aceptaría el cambio del proyecto en caso de que la empresa distribuidora de electricidad (Naturgy-Fenosa) emitiese un informe contrario al comunicado previamente a la adjudicataria de las obras y los propios servicios técnicos municipales.
"Como comprenderán, para poder modificar un proxecto aprobado precísase, como mínimo, un documento oficial por escrito asinado por responsables da distribuidora no que se especifique o cambio de criterio", señala la regidora. Como Administración pública "que ten que velar polo cumprimento da legalidade e a seguridade xurídica", añade Rey, "non podemos dar validez a comunicación verbal que nos indican lles foi feita por responsables de industria".
Quedando a la espera de esa comunicación para poder "valorar unha posible modificación no proceso", Inés Rey reitera, una vez más, su voluntad de aceptar una alternativa "que sexa técnicamente viable, mais é preciso que esta alternativa sexa acordada coa empresa distribuidora, presentada por escrito e asinada oficialmente pola propia empresa distribuidora".