Poco más de un mes ha predominado el ‘arte vandálico’ sobre la voluntad vecinal en el barrio de Feáns, donde los residentes se han puesto manos a la obra para, entre todos, ayudar al párroco de San Fernando a eliminar los grafitis de la parroquia de San Fernando.
Las firmas, símbolos fálicos y demás expresiones de mal gusto han cubierto casi por completo la fachada, e incluso el cura había desistido en su tarea de eliminarlos, ya que a cada intento le acompañaba una nueva gamberrada. Sin embargo, según el presidente vecinal, José Ramón Cernadas, se trata también de un mensaje a quien se dé por aludido. “El parroco tenía a su gente muy cabreada y somos un barrio solidario, en el que nos apoyamos entre todos los vecinos”, explica. “Tratamos de concienciar a los chavales sobre buenos hábitos en la vida”, añade el dirigente vecinal.
Por otra parte, el BNG solicitó la limpieza de una pintada de Alfonso Molina, en una parada autobuses, contiene “un insulto machista e vexatorio”, en un punto “no que agardan” el transporte público muchas jóvenes.