“Vaya, vaya, aquí no hay valla”. La inmortalidad del himno ochentero de The Refrescos le ha servido a los vecinos del Recinto Ferial para tirar retranca e ironía en el que parece tercer y último capítulo de la saga sobre la 'valla del terror': el pasado 9 de febrero la borrasca 'Karlotta' resquebrajaba y dejaba a medio derrumbar un estandarte publicitario. El día 24, y después de la insistencia en este diario, el Ayuntamiento procedió a la retirada de una estructura que amenazaba a los vehículos que circulaban por la avenida de García Sabell, entre Pocomaco y Matogrande. Hoy mismo el conjunto entero deja entrever solamente el esqueleto y el resto de anuncios han sido retirados.
La noticia ha sido recogida con alivio por los vecinos, que sin embargo también se preguntán por qué ha de funcionar la administración pública a base de quejas. “¿Esto se va a quedar así,?, ¿por qué tenemos que pedir las cosas 40 veces en vez de hacerlas bien a la primera?”, se preguntan fuentes de la asociación Sector 7 Recinto Ferial.
Y es que durante dos semanas enteras una estructura metálica desafió la gravedad y los elementos con un escorzo casi imposible al borde de la carretera, una estampa más propia de una película apocalíptica y de la que ahora solamente quedan los restos de lo que un día fueron reclamos publicitarios.