Un viaje temporal a las entrañas del corazón meteorológico de Galicia

El edificio, ubicado en el Agra del Orzán, presta servicio como observatorio y como sede de la Aemet en la comunidad gallega
Un viaje temporal a las entrañas del corazón meteorológico de Galicia
Vista de la fachada del edificio principal del Observatorio del Agra del Orzán.fotos: Patricia G. Fraga

La meteorología coruñesa ha pasado por distintos espacios desde su primer lugar de estudio, situado en la calle Herrerías de la Ciudad Vieja allá por el año 1863. El Instituto da Guarda y después el Pabellón Oceanográfico del puerto fueron los posteriores asentamientos hasta el 16 de septiembre de 1930, cuando se inauguró una nueva construcción en los altos de Ciudad Jardín, hoy barrio del Agra del Orzán. Con motivo del Día de la Meteorología nos adentramos en todo un viaje temporal a las entrañas del corazón meteorológico de Galicia.


Al acceder al recinto, por el número ocho de la calle Canceliña, se puede ver de frente unos almacenes –que antiguamente eran viviendas– al lado del jardín meteorológico, un espacio en el que varios instrumentos que miden el viento, la lluvia o el calor dan paso a objeto estrella, la garita meteorológica. Dentro de lo que puede parecer un pequeño armario en el que se encuentran varios termómetros que miden diferentes parámetros sobre la radiación del sol. Al final, se observa la infraestructura principal de tres plantas más la terraza meteorológica, situada a 58 metros sobre el nivel del mar.


La principal razón por la que se decidió construir el edificio en la actual ubicación fue para realizar sondeos con globos piloto con el fin de que sobre los cambios en la dirección del viento en altura se pudieran estudiar diferentes parámetros. Esta práctica, que finalmente no se realizaría hasta 1958, se sigue haciendo a día de hoy de forma simultánea en todo el mundo, a las 00.00 y 12.00 horas. No obstante, durante la II Guerra Mundial ya existía una estación de radiosondeo en la zona de Ribeira, bajo el mando del servicio meteorológico alemán, de la que se guardan aún informes sobre sus resultados.

CURIOSIDADES

la primera mujer directora

Durante la II República, una docena de mujeres entraron al servicio meteorológico coruñés. Ya durante la Guerra Civil, con la marcha de muchos hombres a otras ciudades del país, como Burgos o Salamanca, una de ellas, Pilar Martínez Díez-Canedo, se convirtió en la primera mujer en ser directora del observatorio coruñés.

los temporales más fuertes 

El temporal más fuerte que se registró en el observatorio del Agra del Orzán fue el 15 de febrero de 1940. Conocido como el año del ciclón, se registraron rachas de viento de hasta 160 kilómetros por hora. En épocas más recientes, en el año 1984, aterrizó en la ciudad la borrasca  ‘Hortensia’, y el último importante, el ‘Klaus’, en 2009.

la altura del barómetro 

El centro de cualquier observatorio es el barómetro. En el edificio coruñés se encuentra oficialmente a una altura de 67 metros con respecto al nivel del mar. Cuando se cambia el barómetro de sitio siempre se corrige la lectura de la presión para que haga el efecto original.

 

Traslado a Bens


Desde hace tres años, esta práctica de sondeo se trasladó al parque de Bens, ya que, con el crecimiento del barrio, el Agra del Orzán no tiene el espacio necesario para que sus condiciones sean óptimas. Aun así, los meteorólogos de la institución coruñesa consideran que la influencia del mar se sobrepone a la influencia de la isla urbana, a pesar de que el aumento de viviendas alrededor no es lo ideal, y no se espera un traslado, por ahora.


De cualquier forma, el observatorio siempre tuvo especial importancia en la ciudad. De hecho, según Rafael Sánchez, meteorólogo de la Aemet, “es la institución científica más antigua de A Coruña”. Esto se debe a que, aunque se inauguró en 1930 en el lugar actual, el ubicado en el puerto en 1914 fue el primero en ser atendido por meteorólogos y no por profesores de física, como los dos anteriores, lo que hace que tenga una historia científica desde hace más de 110 años.

 

Observatorio del Agra del Orzán (30)
Jardín meteorológico, en la planta baja del edificio


Pero no solo tiene especial importancia en la urbe herculina. Y es que en la sede de los antiguos altos de Ciudad Jardín también se ubica la Delegación Territorial de Galicia de la Agencia Estatal de Meteorología (Dtgal). Así, aunque el primer observatorio de la comunidad se instaló en 1849, bajo el mando de Antonio Casares, en la terraza del edificio central de la Universidad de Santiago de Compostela, la gran historia meteorológica de la urbe herculina y, sobre todo, su posición como ventana del atlántico, fueron los motivos por los que se designó. Esta posición permitió que el observatorio cuente con instrumentos y departamentos suficientes para ser uno de los más completos de España, “después del Observatorio del Teide, en Izaña, que por su localización supone un lugar ideal para medir cualquier cosa”, explica Sánchez.


No obstante, en la sede del Agra del Orzán hay también un departamento que se encarga, tal y como comenta Sánchez, “de la predicción marítima del Atlántico, desde el golfo de Vizcaya al golfo de Cádiz y Canarias, así como la parte correspondiente del Atlántico de alta mar”. La gente no es consciente de la importancia de estas instalaciones”, apunta el meteorólogo.


Actualmente, en Galicia existen ocho observatorios meteorológicos: uno en cada capital de provincia más uno en cada aeropuerto y otro en la escuela naval militar de la armada en Marín. En todos ellos, hay personal de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En las instalaciones coruñesas trabaja actualmente una plantilla compuesta por unas treinta personas.

 

Observatorio del Agra del Orzán (18)
Garita meteorológica con tres tipos de termómetros


Hay muchas otras estaciones que o bien son automáticas o bien son de personal colaborador. “Son voluntarios a los que les gusta la meteorología y a los que nosotros les facilitamos la estación; ellos la instalan donde pueden y hacen medidas por su cuenta y después nos mandan los datos. Esto permite extender mucho más la red de observación”, explica Rafael Sánchez. La misma situación se da con otras estaciones de la ciudad que no pertenecen a Aemet, como la del Dique, de MeteoGalicia: “Toda la información que podamos obtener que esté debidamente cotejada es bienvenida. Diariamente hay un continuo flujo de datos con MeteoGalicia”, concluye. 

Un viaje temporal a las entrañas del corazón meteorológico de Galicia

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