Crece el malestar entre los usuarios habituales del aeropuerto de Alvedro por la hipersensibilidad de los arcos de control de acceso a las puertas de embarque. Al parecer, Alvedro es con mucho uno de los aeródromos que más controles aleatorios hace, superando en porcentaje, claro está, al propio Barajas. Varios afectados se han dirigido a este diario para señalar su sorpresa ante la extraordinaria frecuencia con que son requeridos para los controles aleatorios.
Desde hace años, y como consecuencia de la oleada de atentados yihadistas, todos los aeropuertos del mundo tomaron medidas de control de equipajes de mano y de los viajeros. En los últimos meses han cambiado algunos de los criterios, en especial en lo que se refiera los líquidos. Se mantiene, sin embargo, la inspección aleatoria que viene marcada por un programa informático que acompaña al arco de acceso a la zona de embarque. En la mayoría de los aeropuertos el número de controles corresponde a un porcentaje determinado, pero, al parecer, en Alvedro ese porcentaje supera la media nacional. Ocurre que algunos de los viajeros que han manifestado su sorpresa suelen utilizar las instalaciones de otros aeropuertos y en ningún caso llegan ser requeridos en tal número de ocasiones como en el aeródromo coruñés.
Todo apunta a que ese exceso de exámenes obedece a la programación que debió hacerse en años pasados, ya que tanto la dirección del aeropuerto como la empresa contratada para tal servicio han ido cambiando a lo largo de los años y, sin embargo, los requerimientos siguen siendo muy superiores a cualquier otra instalación aeroportuaria de la geografía española.
Las quejas manifestadas a la redacción de este diario podrían ser canalizadas con el fin de hacer llegar una protesta a la dirección de Aena con el fin de que relajase el rigor de tanta verificación aleatoria.