Septiembre es el mes de la vuelta a la normalidad tras el periodo estival, los alumnos regresan a clase, los adultos al trabajo y los políticos retoman al completo su actividad. Este año, esta ‘vuelta al cole’ política es también el regreso e inicio oficioso de mandato, tras la elecciones de mayo.
En A Coruña, el pasado jueves se celebró el primer pleno de este nuevo curso y el primero ordinario del mandato. Y tanto en el salón de plenos, como en días previos, empiezan a permear los grandes asuntos que deberá abordar el Gobierno municipal en estos próximos cuatro años. La concesión de Nostián o la del bus urbano o el desarrollo de los muelles interiores son alguno de los asuntos a tratar, y resolver, en este mandato.
La concesión del bus urbano se remonta a los 80, con un sistema tarifario que no se ha adaptado a la actualidad, y su fin se vislumbra en 2024. En los últimos años se ha planteado la posibilidad de un nuevo mapa de rutas o incluso de municipalizar el servicio.
El mapa no se ha llegado a cambiar en ningún mandato previo y la municipalización del servicio prácticamente quedó descartada. En los últimos cuatro años se llegaron a anunciar cambios puntuales en líneas que no se llegaron a ejecutar, dejando todos los posibles cambios para los nuevos pliegos. En los últimos días, la alcaldesa apuntaba en una intervención radiofónica que el futuro mapa de líneas se dialogará con los barrios, aunque también se deberá abordar el sistema tarifario o incluso la llegada de líneas a municipios del área.
Otro de los grandes debates gira en torno a la concesión de Nostián, uno de los contratos más cuantiosos que tiene el Ayuntamiento. La última concesión caducó a principios de 2020.
Uno de los principales problemas que se afronta con los nuevos pliegos es la necesidad de adaptarlo a las normativas europeas. Y es que el sistema europeo podría acabar con el actual modelo húmedo-seco de la central de reciclaje coruñesa, para adoptar el modelo de otras plantas como Sogama, lo que conllevaría a la inclusión de un contenedor más o incluso a un aumento de la tasa de basuras.
El debate portuario y el desarrollo de los muelles interiores, una vez la actividad se traslade definitivamente a punta Langosteira, ha sido una cuestión polémica en los últimos años. En el anterior mandato se llegó a celebrar una reunión entre todas las partes implicadas, pero la situación no ha variado demasiado y se espera una nueva reunión en el futuro.
La condonación de la deuda portuaria sigue siendo un aspecto que se reclama desde la oposición, mientras que cuestiones como el posible pago por el traspaso de los muelles (asunto que causó polémica al entender buena parte de la oposición que sería pagar por terrenos ya públicos) o el desarrollo de zonas como San Diego son aspectos a solventar y que requerirán un consenso que se auspicia largo. Mientras tanto, muelles como Batería o Calvo Sotelo se están convirtiendo en lugares para el recreo ciudadano, bien como lugar de paseo, bien como espacio para conciertos o eventos culturales.
Uno de los grandes planes anunciados en el anterior mandato fue la reforma integral de San Andrés. Se llegó a licitar a principios del año pasado y su valor se estima en más de tres millones de euros.
Siguiendo los plazos habituales, la adjudicación del contrato no debería demorarse demasiado. El objetivo es disponer una plataforma única y retomar la idea de paseo arbolado que tenía esta vía en el siglo XVIII. Para ese viaje al pasado se plantarán cientos de moreras como las que adornaban el paseo de la época. Las obras, una vez se adjudiquen, deberían finalizarse en un año.
Otro proyecto que se ha demorado más tiempo del esperado ha sido la reforma integral de los Cantones. Anunciada el pasado mandato, con más de cuatro millones de presupuesto, el proyecto sigue terminando de perfilarse, mientras se ha acometido una reforma puntual que amplió las zonas peatonales, reduciendo el tráfico a un carril a cada sentido.
Deberían seguir adelante y finalizándose otros proyectos urbanísticos como la ronda peatonal que unirá los parques de San Diego y del Observatorio, que se ha ido tejiendo en los últimos años, acelerando más desde 2019, con obras de peatonalización como las de Ramón Cabanillas o Alcalde Marchesi. Quedará también por finalizar la reforma del mercado de Monte Alto, cuya demolición se inició en las últimas semanas, y comenzar la transformación de Santa Lucía.