La mayoría de investidura volvió ayer a salir al rescate del Gobierno para poder sacar adelante el último presupuesto de la presente legislatura.

De nuevo el apoyo de los dos diputados de la Marea Atlántica y Alternativa dos Veciños fue decisivo para que el documento financiero diseñado por el Ejecutivo de la Diputación, integrado por PSOE y BNG, lograse ser aprobado.

Con 17 votos a favor y 14 en contra, el Gobierno, que preside Valentín González Formoso, dispone de un presupuesto de más de 207 millones de euros, el más alto de la historia gracias a un incremento de un 9,4% respecto al del año pasado.

“Venimos a revolucionar esta casa hace dos mandatos y lo hicimos. Llevamos ocho años de política pegada a la sociedad y nos hemos convertido en una institución considerada indispensable por la gente”, dijo el presidente en su alocución previa a la votación.

El encargado de defender las cuentas fue el diputado de Hacienda, Antonio Leira, que destacó del documento el rigor, la prudencia y “la adaptación a la situación económica”.

Leira también subrayó que la Diputación cuenta con más de diez millones de euros para la educación cuando esa competencia es de la Xunta.

Por su parte, la portavoz del BNG, María Muiño, afirmó que el presupuesto responde a los retos y permite atender a las necesidades emergentes y cambiantes de los últimos años.

Añadió que se trata de un documento expansivo definido por la capacidad de priorizar la cohesión social y la cooperación con las entidades locales.

Menos satisfecho con el presupuesto se mostró el representante de la Marea, Alberto Lema, que aprovechó su intervención para quejarse por la baja ejecución de los presupuestos al finalizar cada anualidad.
El alcalde de Oleiros y diputado de Alternativa, Ángel García Seoane, reclamó más apoyo de la Diputación con los ayuntamientos y una revisión de las políticas de subvención.

El representante del Partido Popular en el debate plenario, Evaristo Ben, coincidió con la Marea en la baja ejecución de los presupuestos, al tiempo que calificó al aprobado de ‘decepcionante’, que no aporta soluciones y que castiga a los ayuntamientos más pequeños. 

Moción de censura

La Diputación aprobó ayer en el pleno una moción de la Marea Atlántica, con el apoyo de PSOE, BNG y Alternativa y el voto en contra del Partido Popular, contra el transfuguismo. No obstante, la moción tuvo que ser reformada porque declaraba ilegal la reciente moción de censura en el Ayuntamiento de Sada, extremo este que no compartía el grupo socialista.

Cabe señalar que el pleno comenzó con la toma de posesión de la diputada del Partido Popular Izaskun García Gorostizu, en sustitución de Francisco Santos. La sesión finalizó tras el rechazo de la propuesta del PP sobre la reforma del delito de sedición en el Código Penal, que solo contó con los votos de esta formación.