Los rockeros puede que vayan al infierno pero los heavys, al menos en A Coruña, entran directamente por las puertas del Valhalla. El paraíso vikingo dará nombre al nuevo templo del metal que se ubica desde mañana en la plaza de As Atochas: una cafetería de inspiración nórdica en la que, además de la oferta tradicional de cervezas, vídeos y melenas al viento, habrá cocina desde primera hora de la mañana con una preparación que haría disfrutar a los mismísimos Loki y Odin: la base de las recetas y el trago estrella será la hidromiel, considerada la bebida más antigua del mundo. Por supuesto, para degustarla no faltarán los cuernos clásicos que ya se popularizaron en Black Widow, el otro pub de la propiedad y con una temática muy semejante.
En realidad, el Valhalla juega con la nostalgia en dos sentidos. Por un lado, se asienta donde durante décadas el Mundial 82 formó una alineación de lujo en la zona junto al Rogelio primigenio. Por otro, recupera el nombre de uno de los pubs que más fuerte pegó en el Orzán en un corto periodo de tiempo. Entre 2013 y 2016 fue para muchos ‘el pub heavy’ de A Coruña. Aquel icónico cartel colgará ahora tanto de la puerta principal como en el interior.
Presumían los Manowar de épica desde el momento mismo de su formación. Unos ‘pipas’ de Black Sabbath que se profesaron amor incondicional al metal, escucharon la llamada y decidieron montar un grupo para defender ese legado. Sin embargo, si la propiedad de Valhalla se decidiese a ir un paso más allá y formar una banda tendrían buena parte de la historia montada: Javi Gordon, el rostro de la hostelería heavy en la ciudad, se enamoró y acabó por casarse de Abigail Bielinska, una joven polaca, con experiencia en el modelaje, y que profesa el mismo amor por las runas, la mitología, y las cabalgadas por el mástil. Hasta la foto es propia para el single de una balada heavy de esas de mechero, que no de linterna. “Al principio me dio un poco de ‘palo’, porque tengo una hija de su edad”, afirma él, de 51 años. Ahora, ocho años después, esa historia sigue con una nueva aventura empresarial juntos.
La visita al Valhalla, al terrenal, el que pone tragos en A Coruña, va más allá del gusto o no por el heavy metal. Es prácticamente un escenario teatral, una pieza de museo en el que cada detalle está hecho y diseñado con el mimo de quien ha proyectado todas sus pasiones en un espacio de unos 100 metros cuadrados. Desde un mural gigante con el nombre a otro de inspiración mitológica en las paredes. Además, sobre la barra conviven la vela de una drakkar (embarcación tradicional vikinga) con una lámpara gótica del siglo XIX comprada a un anticuario de León. El resto de la iluminación también es propia de un castillo de los Cárpatos o bávaro. Finalmente, las mesas están hechas a medida, a mano y por encargo, todas en madera.