Un mes desde el 28-M. Desde la mañana en que desde el Punto de Atención Continuada (PAC) de O Carregal se alerta a las autoridades sanitarias de numerosas infecciones en Betanzos. En solo unas horas habían acudido a consulta unos setenta vecinos “con síntomas de gastroenterite” sin ningún nexo de unión entre ellos, a excepción del agua de la traída, que la ciudad capta del Mendo.
Las restricciones, que el Ayuntamiento de Betanzos acaba de anular tras la confirmación de Sanidade, a través del delegado de la Xunta en a Coruña, Gonzalo Trenor, de que el agua es apta para el consumo, se establecieron tres días después, cuando los casos habían superado los dos centenares y su origen seguía sin aclararse a pesar de las analíticas de Viaqua y de la Xunta.
Terminan así unas restricciones que se alargaron casi un mes, en que se confirmó la presencia de ‘norovirus’, el causante de la gastroenteritis que afectó a más de medio millar de residentes en Betanzos. Un virus “xenerado posiblemente por algunha vertedura urbán ou augas negras ao río, na zona de captación e que chegou á planta potabilizadora” de O Coto. Un virus que no aparecía en analíticas bacteriológicas realizadas diariamente por la concesionaria, pero sí en los estudios víricos realizados a continuación, tanto por parte de Sanidade como de Viaqua. Con la verificación de ‘norovirus’ en el agua se activa una operación de desinfección integral de las redes y los depósitos, así como una comisión de seguimiento con representaciones de la empresa, de Sanidade y del Ayuntamiento de Betanzos.
Estas tareas, realizadas por empresas especializadas y que se extendieron durante unas dos semanas, permitieron acabar con el ‘norovirus’, cuya presencia también se detectó en el Mendo.
En cada encuentro a tres, la Xunta, como autoridad competente en la materia, daba indicaciones sobre cómo actuar al Gobierno de Betanzos. Hasta esta última, en que se informó de que el agua es apta para el consumo, al no contener virus, con lo que había ‘luz verde’ a levantar las restricciones en todo Betanzos.
Además de esta coordinación de actuaciones entre Sanidade, el consistorio y Viaqua, los responsables municipales y los de la empresa concesionaria mantuvieron reuniones en paralelo en las que se acordó, entre otras cuestiones, que, “una vez finalizadas las restricciones, no se cobrará el servicio de abastecimiento de agua de este último mes”, confirmó la alcaldesa, María Barral.
Además, se abrió el expediente informativo para tratar de dirimir responsabilidades y se interpondrá la denuncia por el vertido aparecido en el río el día 13.
En los próximos días, se mantendrán diversas reuniones con la concesionaria del servicio de agua para planificar “actuaciones de cara al futuro”, y desde el Ayuntamiento de Betanzos se pretende también mantener conversaciones con Augas de Galicia.
Además, desde la capital mariñana, sus representantes solicitaron a la empresa, que se comprometió a atender la petición, que se realicen controles analíticos periódicos de ‘norovirus’ a mayores de las analíticas que por normativa legal tiene que realizar la concesionaria, en la que no “está contemplado este tipo de análisis”, indicó también la mandataria, María Barral Varela.
También Sanidade reforzará la vigilancia sanitaria del abastecimiento para asegurar la calidad del agua y hará las analíticas de verificación que sean necesarias, informaron desde la Delegación en A Coruña.
Gonzalo Trenor incidió en que, desde el inicio de la crisis, la Xunta colaboró con el Ayuntamiento de Betanzos llevando a cabo 73 analíticas por parte de Sanidade y otras casi 40 por parte de Aguas de Galicia y los representantes de la Xunta realizaron tres encuentros presenciales con la alcaldesa, María Barral.
La decisión de levantar las restricciones supone un alivio para el comercio y la hostelería al coincidir con el inicio de la campaña de verano 2023.