Si los talleres de cerámica llevan tiempo arrasando entre los planes de los coruñeses, lo de la decoración artesanal navideña, especialmente la floral, no se queda atrás. Las empresas que organizan sesiones para elaborar coronas y centros de Navidad tienen todo agotado y plantean nuevas fechas en lo que, explican, es una actividad para “liberar estrés y despertar la creatividad”. Tania Brea, en Carral, y Verónica Souto (Floradeira), en Paderne, son dos de las floristas que ofrecen esta formación en las comarcas de A Coruña y Betanzos.

“Todo el mundo quiere aprender a hacer coronas de Navidad, en cuanto salen las plazas se agotan rapidísimo. Actualmente tienen mucho éxito, aunque organizo talleres de diferentes temáticas a lo largo del año y son muy bien acogidos”, dice la propietaria de Floradeira, que lleva desde antes de la pandemia con estas actividades formativas, que no solo programa en su ‘palleira’ sino que también traslada, a veces, a casas rurales u hoteles.

Souto ha perdido la cuenta de la gente que ha pasado este año por su lugar de trabajo, ubicado en San Xulián de Vigo. “El año pasado fueron más de cien personas, pero este ya no sé. Casi todos los fines de semana hago talleres y hay mucha gente que repite. Dicen que engancha”, bromea.

Lo que no puede faltar

Los verdes de invierno son la especie estrella de las coronas, explican tanto Verónica Souto como Tania Brea, que cuenta con una tienda en la calle Manuel Ferrol de Carral. Eucalipto y abeto no pueden faltar, pero también hay otras opciones como la tuya que se combinan con flores secas o preservadas, piñas, naranja deshidratada e incluso algodón, “que está muy de moda”, dice Brea.

“El rojo arrasa y también el blanco, pero según los gustos de la persona. Este año está funcionando el azul”, explica la propietaria de Floradeira, quien también señala que “se puede escoger entre un estilo más decorativo o más de brilli brilli”. 

Brea, que también lleva a cabo talleres de este tipo en la cárcel de Teixeiro en colaboración con la Fundación Érguete, asegura que lanzará nuevas fechas en su tienda para crear este tipo de decoraciones: “Este año han tenido muchísimo tirón”, reconoce, y señala que, aunque suelen participar más las mujeres, también hay hombres que se animan.

Una de las últimas sesiones tuvo carácter solidario, recuerda Tania Brea: “Colaboramos con una floristería de Paiporta, una gente que lo perdió casi todo por la DANA”. Por otra parte, afirma que cualquier grupo –mínimo seis personas– puede contratar una de estas sesiones a título privado.

Verónica Souto regala a los amantes de la decoración navideña un truco: “A veces los centros de mesa se suelen retirar para colocar la comida o las botellas en la mesa. Lo que yo hago es un centro grande e intercalo velas y jarroncitos con flores a juego: una rama de eucalipto, de abeto, bolitas rojas... así aunque se retire el centro, quedan detalles que dan sensación de frescura y de hogar y visten mucho la mesa”.