Dos incendios calcinaron por completo una vivienda abandonada en la parroquia cullerdense de O Burgo y un viejo almacén de lúpulo en el núcleo de A Cañota, en la zona vieja de Betanzos.
El primero de ellos tuvo lugar en la ciudad brigantina. El fuego, cuyas causas por el momento se desconocen pero que podría haber sido originado por una negligencia ya que se rumorea que la construcción es utilizada por okupas, comenzó alrededor de la medianoche.
Un dispositivo de emergencia, formado por bomberos de Betanzos y voluntarios de Protección Civil, se desplazaron hasta el lugar del suceso para tratar de aplacar las llamas.
La intervención no fue sencilla porque el almacén se encuentra en un lugar de difícil acceso, al que no se puede llegar con los camiones cisterna, por lo que los bomberos tuvieron que transportar las mangueras a mano.
También la proximidad de la construcción a otras viviendas y su ubicación en un entorno con vegetación y arboleda provocó que los efectivos tuviesen que intensificar su labor.
Una labor que se prolongó más de una hora. Incluso ayer, a primera hora de la mañana, una dotación del parque comarcal regresó al lugar del siniestro para supervisar la zona y comprobar que el foco se encontraba totalmente extinguido y no existía riesgo de activación.
El segundo incidente, en el que se destruyó una vivienda situada en la calle Colina, en las inmediaciones de la vía del tren situada en O Burgo, se declaró sobre las seis de la tarde y al igual que en el anterior no hubo que lamentar más que daños materiales.
Según fuentes del Ayuntamiento de Culleredo, al lugar acudieron efectivos del parque comarcal de Bomberos de Arteixo, Policía Local y Protección Civil de Culleredo.
En todo momento el fuego permaneció controlado y nunca hubo riesgo de que las llamas se propagasen a las viviendas que se encuentran anexas a la afectada. Aunque todavía se investigan las causas del incidente, este pudo deberse al igual que el anterior a una negligencia.
La madrugada del lunes fue bastante ajetreada para los bomberos brigantinos porque media hora antes de declararse el incendio tuvieron que desplazarse al municipio de Aranga para intervenir en un accidente de tráfico.
El siniestro se saldó con tres personas heridas después de que un vehículo se precipitase al río Mandeo tras atropellar, supuestamente, a un jabalí a la altura del punto kilométrico 12 de la carretera DP-0301.
Uno de los particulares implicados en el siniestro avisó al 112 a las 23.15 horas del domingo para alertar de que acababan de caer al río Mandeo tras colisionar con un jabalí. Aunque descartaron necesitar asistencia sanitaria en un primer momento, tuvieron que ser atendidos por lesiones de diversa consideración y fueron trasladados en ambulancia.
El coche había quedado en una zona poco profunda del río. Los Bomberos de Betanzos fueron los encargados de asegurar el coche para su posterior retirada.