Hace unos meses, y tras casi veinte años ‘señalado’, el sanatorio de Cesuras salió de la Lista Roja de Hispania Nostra. La asociación lo incorporó en 2007 a su inventario de ‘condenados’ por su estado de ruina y por estar expuesto “al expolio y al vandalismo”, una amenaza real para una de las muestras más relevantes de la arquitectura modernista en As Mariñas. Otros seis espacios singulares del área metropolitana se mantienen en la relación de elementos en riesgo de desaparición, agresión o alteración: en Cambre (1), en Bergondo (2) y en Betanzos (3).
El comité científico de la entidad, dedicada a la salvaguarda y puesta en valor de monumentos culturales y naturales, considera que el Parque de El Pasatiempo, la Fábrica da Luz de A Ponte Nova y el Convento de Santa María de Donas, los tres en la capital mariñana –y los tres con obras en curso para revertir su situación o, cuando menos, para asegurar su conservación–, tienen que continuar en la Lista Roja.
El Pasatiempo se incorporó en 2019 por “riesgo de desaparición debido a las caídas de partes por el deterioro al que se encuentran expuestas, vandalismo e inclemencias meteorológicas” si bien, desde entonces, se acometieron diversas actuaciones para ‘salvarlo’ y se contemplan otras intervenciones con la intención de completar su recuperación en un horizonte de 15 años, de acuerdo con el calendario establecido en el Plan Director del Pasatiempo.
También en Betanzos se emplaza el Mosteiro de Santa María de Donas, cuya rehabilitación acumula varios retrasos después de anunciarse como una de las obras estrella del 800 aniversario del traslado de la ciudad, desde su ubicación original en Tiobre hasta la actual, que se celebró en 2019. El municipio solicitó colaboración de la Xunta, que adelantará algo más de 500.000 euros, para una segunda intervención en el inmueble, centrada en el acondicionamiento interior y en la urbanización exterior del convento de As Cascas. Los devolverá entre 2025 e 2032.
En cuanto a la Fábrica da Luz, se añadió a la Lista Roja en 2021 para “hacer visible la actuación de consolidación de un conjunto Industrial pionero, generador de electricidad, fundado por la Familia Núñez”. En las últimas semanas, General de Edificios y Solares (Naturgy) realizó una serie de actuaciones para contener el deterioro de las construcciones, que se centraron en la sustitución de la cubierta, como se puede ver en A Ponte Nova.
Sin movimiento alguno siguen la Casa do Cortés y el pazo de Baldomir, ambos en Bergondo. Sin embargo, en relación con este último, la opción más viable dentro del proceso de presupuestos participativos para 2025 ha sido la creación de un jardín en su entorno, como espacio de reunión y descanso para los vecinos de Bergondo.
Construidas hace más de cien años por encargo del empresario Julio López Bailly, entraron en la Lista Roja en 2018. La recuperación de estos chalés es uno de los retos del Ayuntamiento de Cambre.
Levantado entre los siglos XVII y XVIII por el regidor perpetuo de la casa de Baldomir, en los años 90 se construyó una urbanización privada en los terrenos que lo rodean y desde entonces espera un destino.
Situada en Guísamo, se incorporó a la lista en 2018. Construida entre 1900 y 1905 para los Cortés por el arquitecto Rodríguez-Losada Rebellón. El terreno es urbanizable y la vivienda está catalogada.
De El Pasatiempo ideado por Juan García Naveira solo se conserva una décima parte y las obras de recuperación se centran ahora en los niveles superiores empezando por El Retiro y la Gruta.
De principios del siglo XIX, es un conjunto industrial con cuatro edificaciones independientes: la fábrica de luz, el aserradero, un edificio y un depósito, además de construcciones auxiliares y un embarcadero.
Está considerada la construcción más antigua de la ciudad, anterior incluso al traslado de Tiobre a Untia. Entró en la Lista Roja en 2018 por peligro de derrumbe y ahora está en proceso de rehabilitación.