La Audiencia Provincial de A Coruña condenó a un arteixano por agredir, en noviembre de 2018, al edil de Urbanismo del municipio por no solucionar los cortes en el suministro de agua que sufría su madre, al entender que era competencia del departamento que dirigía el afectado, Alberto Castro.
El tribunal lo considera autor de un delito de atentado a la autoridad y de otro de lesiones, por los cuales le impone un año de cárcel y el abono de una multa de 2.520 euros, y lo condena a indemnizar a la víctima con otros 1.588.
Los magistrados relatan en la sentencia que el sospechoso se encontró con el edil cuando ambos conducían por la autopista A Coruña-Carballo. Era uno de los días en los que su madre había sufrido un corte de agua y el acusado, según consideran probado los jueces, se bajó del coche e hizo gestos al edil para que se detuviese, cosa que hizo, en el cruce hacia el campo de golf de Larín. Al bajar la ventanilla, el vecino empezó a recriminarle el problema del agua, “dando patadas y golpes en el vehículo” e insultándolo para, a continuación, introducirse en su interior y forcejear con él, “llegando a ponerle una rodilla sobre el pecho”, indican desde el TSXG.
El tribunal subraya que “no se ha probado debidamente” que el edil, que tardó treinta días en curar sus heridas, “respondiese con golpes al ataque iniciado por el acusado”, vecino de Larín. Sin embargó, en el dictamen se estima probada la versión del concejal respecto al incidente porque asegura que la del condenado, que intentó desvincularlo del problema del agua, es “insostenible”.
Además, el testimonio del agredido está refrendado por dos testigos, uno de los cuales hablaba con él por teléfono, y el otro se encontraba a unos metros de distancia del lugar de los hechos.
Además, recalca que la versión de la víctima se corresponde “con el distinto resultado lesivo que presentaron los intervinientes” pues el concejal “tuvo heridas de cierta consideración”.