El futuro ya está aquí, decía la canción, y en la cervecería La Fábrica de Arteixo se lo han tomado al pie de la letra. Recientemente han incorporado a su personal a un robot camarero que causa sensación entre los clientes y que ayuda con las comandas sin que ello suponga prescindir de empleados.
"A hostelería está sufrindo unha falta de persoal enorme e lamentablemente camiñamos cara o autoservizo, pero aquí o robot non substitúe a ningún empregado, simplemente axuda aos que estamos. Facilita o traballo, ás veces saio da cociña con pratos e o robot ven a canda min con outros", explica Rocío Viña, quien junto a su marido, Santiago Doval, regenta este local desde hace diez años.
El dispositivo, que funciona tanto en el servicio de comidas como en las cenas, no ha dejado indiferente a nadie y todo el mundo saca el móvil para grabarlo en cuanto lo ve venir. "Bienvenido, estoy aquí para ayudarle", dice en cuanto llega a la mesa, además de indicar al comensal que puede recoger su pedido de las bandejas. Pero también sabe ponerse firme: "Déjeme pasar", espeta a un cliente para que mueva su silla hacia delante y le abra paso, provocando las consecuentes risas en la mesa.
Según Rocío Viña, casi todo el mundo ha aceptado de buen grado este aparato, especialmente la gente joven. "Sempre hai quen pensa que con isto quito postos de traballo, pero non é así en absoluto. É máis, se me veñen agora cinco persoas formadas pola porta, contrataría ás cinco. Pero non hai persoal cualificado e este é un local moi grande, de 500 metros cadrados, o robot fai a súa función e nós a nosa", apunta la propietaria.
En La Fábrica, que cuenta con unas 40 mesas y un reservado para 50 personas, es posible hacer el pedido directamente sentado y también pagar desde el sitio, lo cual permite ahorrar tiempo con los grupos grandes, donde cada uno quiere abonar su parte. Viña señala que han realizado "unha inversión importante" para modernizar el establecimiento -cuya especialidad es el menú del día pero cuenta con una amplia carta y ofrecen comidas privadas-, "pero hai que ir cos tempos".