Hace unos años, no había grupo de amigos coruñés que no quedase para tomar el vermú. Ese plan de ‘señores mayores’ –los jóvenes antes de la hora de comer dormían la resaca de la noche de fiesta– de pronto era tendencia. Y ahora lo es el tardeo, un híbrido entre la sobremesa larga y la sesión de tarde de las discotecas. La conexión está clara: queremos empezar pronto la fiesta.