No lo tenían fácil los coruñeses a los que este fin de semana les tocaba decidir entre salir a honrar al dios Momo con caretas, pelucas y humor y arropar al equipo de sus amores en tierras asturianas. Pero los que eligieron vestirse de blanquiazul para visitar el Carlos Tartiere no pueden estar más contentos con su decisión. Además, vuelven a tiempo para la fiesta choqueira.