En esta locura que es la guerra en Ucrania, el culpable de todo, tan incoherente y pagado de sí mismo como siempre, asegura que Rusia no ha invadido Ucrania, sino que está llevando a cabo una operación militar de “liberación del pueblo ucraniano” de un gobierno no democrático. Y, precisamente por eso, llama a los militares ucranianos a que tomen el poder porque con ellos, dice, “será más fácil llegar a un acuerdo” para poner fin a la famosa operación militar. Y lo peor es que no está claro si nos toma a todos por tontos o realmente se cree algo de lo que suelta por esa boca. Es muy capaz de considerarse un liberador y esperar grandes festejos en su honor. Y una estatua de bronce de tres metros en el medio de Kiev. Y mientras, la cuenta de muertos va subiendo y el Ministerio de Defensa de Ucrania decreta un aumento del 30% del sueldo a sus soldados a partir del 1 de marzo. Qué menos, sabiendo que van a jugarse la vida.