Cambios en el cruce de Guísamo, que es uno de los tramos de concentración de accidentes del área metropolitana de A Coruña.
Desde esta semana se establecen nuevos desvíos en el marco de las obras para convertir esta intersección de la Nacional-VI en una rotonda, que algunos conductores empezaron a usar, al menos en parte, este lunes.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible informó hace unos días de los cambios incorporados en esta nueva etapa por actuaciones en materia de seguridad vial, para la implantación de la nueva glorieta en la confluencia de la N-VI con la AC-164, el desvío a Ferrol, en Santa María de Guísamo.
Así, desde esta semana, y con el propósito de garantizar la seguridad de usuarios y operarios, el tráfico rodado se desvió entre los kilómetros 579,8 y 580,4 hacia esta rotonda, mientras se acometen actuaciones en las vías de servicio, tanto en sentido A Coruña y Ferrol, como Betanzos.
La Administración del Estado destina un presupuesto de 1,35 millones a esta intervención reclamada durante años por las autoridades municipales, residentes y conductores, cuyo objetivo pasa por eliminar un cruce considerado Tramo de Concentración de Accidentes (TCA), con uno de los índices de siniestralidad más elevados de A Coruña.
Estas obras, con un plazo de ejecución de 34 meses, no son las únicas que el Ministerio de Transportes contempla en materia de seguridad vial la carretera que atraviesa la parroquia bergondesa de Guísamo.
Así, a escasos metros de las actuaciones iniciadas para implantar esta glorieta se construirá otra rotonda, en la intersección de la N-VI con la vía que conduce a Cambre. En este caso, además de incrementar la seguridad, se persigue también aumentar la fluidez de la circulación de los vehículos, tanto por la N-VI como por la AC-214.
La infraestructura permitirá a los vecinos del margen izquierdo salir hacia A Coruña.