Una vez acabado el curso escolar, comienza la construcción del Globo de San Roque. El mismo modus operandi empleado durante años que, tras los episodios vividos hace casi doce meses, que derivaron en su cancelación, se recuperaron este 2024. “Todos con muchísima ilusión”, comentan los colaboradores, que este sábado se ‘instalaron’ en el CEIP Vales Villamarín, convertido en centro de operaciones para la construcción del aerostato que, en menos de nueve semanas, si nada se tuerce, volverá a unir a su alrededor a todo Betanzos.
Según indicaron sus responsables técnicos, se cortaron los dieciséis cuarterones de papel que conforman el Globo de San Roque. También dos más, por asegurar en caso de complicación, según explicaron algunos de los asistentes a estas sesiones iniciales, que se alargarán varias semanas para que todo esté listo para el ‘Día D’ de Betanzos. Así, en las redes sociales de algunos de estos voluntarios se pudieron ver los cuarterones extendidos sobre el suelo de las instalaciones educativas y, a pesar de que es solo el comienzo, que aún queda mucho por hacer, su disposición emociona a cualquier betanceiro, más aún en este 2024.
“Esperemos que todo salga bien”, insisten los colaboradores, armados de “empeño e ilusión”, orgullosos de “elaborar, inflar e lanzar, conforme aos patróns e formas custodiadas, (...) cada 16 de agosto en Betanzos, con ocasión das celebracións patronais”, recogen los estatutos de la Fundación Globo de San Roque.
En la construcción del aerostato se utilizan 1.500 pliegos de papel de medio metro cada uno, que se unen entre sí con 150 kilos de engrudo de harina de centeno, y que después se refuerzan con lo que en la ciudad conocen como el ‘encintado’: colocar una cinta de algodón de arriba abajo de cada uno de los cuarterones para asegurarlos, para lo que se usan unos 500 metros, de acuerdo con las indicaciones custodiadas por los sucesores de Claudino Pita.
El Globo de San Roque mide 24,85 metros de alto y 51 de circunferencia en su parte más ancha, tiene 16 metros de diámetro máximo y tres en la ‘boca’, que se ‘cose’ la misma tarde del día 16. En cuanto a su peso, se sitúa alrededor de los 140 kilos, e inflado, su volumen puede alcanzar los 2.300 metros cúbicos, pero sobre todo destaca por lo que su elevación representa para Betanzos.
Antes del San Roque, la ciudad celebrará la XXV Feira Franca Medieval de Betanzos. Un evento que, por lo extraordinario del número, se ampliará a cuatro días: 11, 12, 13 y 14 de julio, y a más calles, con vendedores en el tramo más ancho de la Rúa Travesa. Una edición que empieza superando todas las marcas en cuanto a solicitudes de mostradores de venta al alcanzar las 365. Una cifra que, para el Ayuntamiento de Betanzos “demuestra que la cita brigantina sigue siendo un referente de este tipo de celebraciones en Galicia”. Sin embargo, teniendo en cuenta las dimensiones y disposición del mercado, solo podrá atender 140.
A la espera de que se confirme la agenda de actividades, en ella estarán las representaciones de escenas históricas propias de Betanzos. En concreto, se recrean episodios como la Batalla das Figueiras; la Entrada do Señor de Andrade; la Carreira de Bocois, inspirada en el incendio que asoló la ciudad; la Revolta Irmandiña y la Expulsión dos Leprosos.
Lo que sí han comenzando, en el entorno de la Rúa do Castro y A Porta da Vila, han sido las tareas de ornamentación, en la que un año más se emplearán más de seis kilómetros de telas de colores, varios centenares de estandartes y altas dosis de implicación vecinal, que adorna escaparates y balcones para colaborar así en uno de los eventos más esperados por los betanceiros, que viven con especial intensidad este “flashback” colectivo a la Edad Media.