El Ayuntamiento de Betanzos declarará ruina la casa situada en el número 31 de la Rúa Travesa. Así, además de retirar todos los elementos estructurales en riesgo de caída, la administración municipal inició el expediente para la declaración de ruina del inmueble, que obligó a cerrar la vía a la circulación desde la intersección con Os Prateiros.
La resolución también se trasladará a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta para que incoe los oportunos expedientes sancionadores puesto que la vivienda está catalogada, además de solicitar al Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) que considere la situación del inmueble “en estado de abandono”, lo que también puede derivar las multas correspondientes, confirmaron desde Casco Histórico.
Durante toda la mañana se llevaron a cabo las tareas de retirada de la galería y otros elementos en riesgo siguiendo la orden emitida por los servicios técnicos municipales, cuyos responsables detectaron el pasado martes un empeoramiento notable de la parte superior de la vivienda del número 31 de la Rúa Travesa.
Sobre esta casa pesan órdenes de ejecución decretadas por la administración municipal y que “no fueron atendidas por los titulares del inmueble” que hicieron caso omiso a su deber de conservación, según confirmó el responsable de Urbanismo y Casco Histórico. Las últimas son de este verano y en ellas se indicaban una serie de actuaciones de rehabilitación de la envolvente de la vivienda, esto es, fachada y cubierta ante el riesgo en el que se encontraba y la amenaza que suponía para la ciudadanía en una de las vías más transitadas del casco histórico, tanto por vecinos como por visitantes, pues lleva a dos de las iglesias más conocidas de la ciudad y de Galicia: Santa María do Azougue y San Francisco.
Nadie atendió ni el expediente ni las notificaciones entregados en el último domicilio que consta de los dueños, por lo que se publicaron el día 11 de agosto en el BOE dando 15 días para que compareciesen ellos o sus representantes en el Ayuntamiento de Betanzos.
Sin embargo, transcurridas las dos semanas tampoco hubo comparecencia y en los últimos días, tras una nueva inspección, se comprobó que el estado del inmueble había empeorado con el consiguiente riesgo de caída de elementos a la vía pública, como detalló, desplazado a la calle afectada, el edil Diego Fernández.
Así, el martes se valló el perímetro de la vivienda y el miércoles se cortó al tráfico la vía, toda vez que los bomberos y los técnicos municipales volvieron a comprobar su estado y alertaron de la situación del número 31.
La calle se reabrió una vez completada la intervención, que se realizó de manera subsidiaria, es decir, tendrá que ser abonada por los titulares de la vivienda, iniciándose el procedimiento administrativo correspondiente para ejecutar ese cobro, según explican desde Betanzos.
“Vamos a seguir inspeccionando y abriendo expedientes (complejos y prolongados) por las que son es para que los propietarios de vivienda que se encuentran en mal estado actúen sobre ellas (...) No nos podemos quedar inmóviles ante una situación que ya no sólo afectaba a la seguridad sino que ponía en riesgo las casas colindantes”, indicó Fernández.