Completamente vallado y sin acabar, cientos de ciudadanos se interesan cada día por una construcción de más de ocho siglos emplazada en As Cascas. El Ayuntamiento de Betanzos tendrá que formalizar otro contrato para completar la rehabilitación del Mosteiro de Santa María de Donas.
La aparición de elementos inesperados y restos arqueológicos, a lo que se sumaron complicaciones en las obras, obligaron a ‘reorganizar’ las intervenciones y, si bien “se avanzó en todo lo que se pudo”, quedaron pendientes una serie de actuaciones que el Gobierno de Barral pretende acometer a corto plazo, a la espera de terminar el procedimiento para resolver el contrato anterior, suscrito en 2021.
No hubo acuerdo con la adjudicataria para realizar un modificado de la obra a coste cero, por lo que se optó por la resolución y, una vez tramitada, se hará el modificado para poder iniciar las obras pendientes y seguir avanzando en la reconversión del convento, la construcción más antigua de la ciudad, en un centro social y cultural para los vecinos, especialmente para los residentes en los barrios más cercanos: As Cascas y A Condesa.
Desde que comenzaron las obras, se sucedieron las ‘sorpresas’, desde el momento en que ‘se visualizó’ para los vecinos al retirar la maleza y adecuar los accesos, hasta el hallazgo de distintos elementos, “case a cotío”, explicó en su día uno de los arquitectos responsables de la intervención, José Manuel Vázquez.
Uno de los aspectos más destacados, pues los expertos consideran que “ten un peso específico moi grande”, fue la recuperación integral de un arco que, de acuerdo con la información existente, daría acceso a las naves principales del convento desde ‘una especie de patio’, que es uno de los espacios que empezaron a recuperarse de manera inicial para crear un centro cultural de lo más versátil, con aulas y hasta un soportal, a lo que se unirá la incorporación de un árbol, que se emplazará en ese antiguo recibidor de Santa María de Donas.
Uno de los objetivos de los arquitectos pasa por distinguir entre “lo nuevo y lo antiguo” y, de esta manera, hasta ahora se trató de se asegurar que los elementos originales aparecidos, como un acceso hallado a 2,80 metros y que todo apunta a que sigue hasta el río Mendo, en el margen contrario de la avenida, se mantuviesen intactos, y así también se intentará hacer en la siguiente etapa, una vez superados los obstáculos con los que se encontró el Ayuntamiento de Betanzos.
La rehabilitación de Santa María de Donas se marcó como uno de los retos para el 800 aniversario del traslado desde Tiobre y es “una de las obras de recuperación patrimonial más importantes acometidas en los últimos tiempos”, dijo la alcaldesa, que recordó que el municipio “lleva muchos años trabajando en la recuperación de una construcción única, la más antigua de la ciudad, de nueve siglos de historia, que aún conserva elementos originales”, con la idea de “poner a disposición de los vecinos un espacio que combine cultura, ocio y convivencia”, expuso Barral.