"Chegaron as 'lagarteiras' de setembro", comentan los vecinos de Betanzos. Estas mareas están detrás del desbordamiento del Mandeo. Casi cada año en vísperas de San Miguel.
Un fenómeno con el que se han acostumbrado a convivir y que, a unos minutos de la pleamar, ya ha causado problemas en los muelles, donde el agua de la ría se coló en varias naves comerciales, y en A Ribeira, donde desde el martes está prohibido aparcar en los malecones para, en la medida de lo posible, evitar daños en los vehículos.
Allí están Protección Civil y Policía Local de Betanzos, que mantienen activo un dispositivo ante la más que probable subida del nivel del agua, así como los operarios de los bombeos instalados en A Ribeira, que continúan con un servicio de vigilancia.