El centro de la ciudad se llenó ayer de miles de personas (entre tres mil y cinco mil, según las diferentes estimaciones) que participaron en una manifestación para denunciar lo que consideran que es una emergencia climática generada por el efecto invernadero y la contaminación. El Movimiento Galego polo Clima urge un modelo económico más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, en una jornada que se declaró Huelga Mundial por el Clima para los estudiantes.
Los jóvenes ecologistas encabezaron una marcha que llegó hasta María Pita y que partió del Kiosko de los jardines de Méndez Núñez, donde, irónicamente, se habían recogido esa misma mañana cientos de kilos de basura procedentes del botellón que todos los fines de semana organizan jóvenes universitarios. Desde Friday for Future Coruñesa, que forma parte del Movemento Galego polo clima, reconocen este hecho. “Personalmente, yo estoy en contra el botellón, no solo por la basura, sino porque se están cargando los jardines”, comentó uno de los organizadores. Pero esperan que acciones como la de ayer sirvan para que los jóvenes reflexionen sobre la importancia de hacerse responsables de sus propias acciones que, a una escala más pequeña, también afectan al medio ambiente. Todos los fines de semana, el Ayuntamiento organiza un dispositivo especial de limpieza para retirar las bolsas y vasos desechables tirados por el suelo, además de botellas y otros desperdicios.
Concentraciones
Pero la jornada de protesta no se limitó a la marcha del centro de la ciudad. Ya por la mañana, a las doce, los estudiantes coruñeses se habían concentrado en sus centros de enseñanza, para denunciar la degradación del planeta. En el patio del IES Salvador de Madariaga se reunieron cientos de estudiantes ante en torno a una pancarta donde podía leerse “A nosa casa está doente”. Al mismo tiempo, los universitarios se congregaron en los atrios de las distintas facultades.
Las actividades habían comenzado ya días atrás, durante los que se organizaron performance, talleres, charlas sobre material medioambiental y comida sostenible y otros actos destinados a comprender los efectos que tiene el cambio climático en el mundo y la importancia de consumir menos y reducir las emisiones de C02. “Más que actividades en sí, su propósito era conseguir que la gente acudiera a la manifestación”, explicaron desde la organización que reconoció que el éxito fue moderado, puesto que llegaron a tener cerca de una veintena de participantes en el mejor de los casos. En Friday Por Future Coruña hay gente de institutos, padres, e incluso mayores de 70 años aunque lo que predominan son los jóvenes. De hecho, en la marcha se estableció un orden que ponía a estos en primera línea, seguidos de entidades ecologistas, una batucada feminista, sindicatos y partidos políticos.
Reinvidicaciones
Las pancartas dejaban claro las opiniones sobre la situación que vive el mundo: “Non temos planeta B” o “Ningún grado mais e ningúnha especie menos” o “Se o planeta morre, nós tamén” además de reinvidaciones más locales “O monte non se vende, o monte se defende” o “Pola defensa das nosas rías”. También había alguno más irónico: “Winter is not coming” (en alusión a “Juego de Tronos”). En todo caso, la asistencia es un éxito para este movimiento, que consiguió reunir 1.500 personas en su primera protesta, celebrada en marzo. l