Los certámenes cinematográficos, además de mostrar filmes de interés y conceder diversos premios y reconocimientos, son también espacio germinal de nuevos proyectos que, llevados a término en régimen de coproducción, podrán iniciar su andadura comercial y crear sinergias que llevarán a nuevos títulos y motivarán el nacimiento de nuevas generaciones de profesionales. El Festival de Cine Iberoamericano no es ajeno al interés de estas iniciativas.
Así, en virtud del acuerdo firmado entre el Festival de Huelva y DGCINE de República Dominicana para 2023 y 2024, vuelve a celebrarse el Programa Residencia de Cine. En él toman parte tres proyectos cinematográficos en fase de desarrollo y financiación de sendos creadores dominicanos. Con los títulos de “La voz dominicana”, de Óliver Olivo, “Historias de autobús”, de Luis Ignacio Rodríguez, y “De qué hablamos cuando hablamos de lipo…”, de Mariú Benzo, estos bocetos cinematográficos contarán con la tutorización y acompañamiento de los asesores de la Residencia de Cine de Extremadura Yolanda Barrasa, script-doctor y asesora de escritura de guiones, y Juan Antonio Moreno, documentalista doblemente premiado en los Goya, junto a la experta en Derecho Audiovisual, Belén Porras.
La jornada dominical estuvo también marcada por el reconocimiento a la labor profesional. El actor cubano, residente en España, Rubén Cortada recibió ayer el Premio Luz. Quiso entregárselo Kalia Garzón, su representante. Afirmó la exmodelo y agente de una nutrida cartera de intérpretes cinematográficos ser la persona que mejor lo conoce y, en un ingenioso y bienhumorado discurso, se refirió a la trasnformación experimentada por su representado, quien no sin esfuerzo se vió en la necesidad de abandonar el acento caribeño para poder encarnar personajes de esta otra parte del Atlántico. Por su parte, el actor manifestó que recibir este premio “es un honor, un regalo que me hace Huelva, una ciudad de la que estoy enamorado desde el rodaje de “Operación Barrio Inglés.” Y añadió: “Me dejo la piel por intentar ser actor, y recibo este galardón con mucha responsabilidad, por lo que a mí respecta, por la profesión y por los compañeros”. Por lo que se encuentra, “en pleno proceso de ser mejor actor”, afirmando que “la única manera de ganarse el respeto es trabajar y aprender”.
Del deporte a la interpretación pasando por la pasarela
Nacido en la cubana Isla de Juventud en 1984, Rubén Cortada combina sus estudios de Ingeniería en la Universidad de la Habana con el deporte, actividad que acaba abandonado para dedicarse a la tarea de modelo en España, lo que a su vez lo lleva a adentrarse en el mundo de la televisión, en el sector de las producciones seriadas, dándose a conocer en “Bandolera” y “El tiempo entre costuras” y alcanzando notable popularidad en “El Príncipe” y progresivamente en “Olmos y Robles” y la tv-movie “Lo que escondían sus ojos”, así como en la producción internacional “Supermax”, entre Argentina, Brasil y España. “El signo de Caronte” con Néstor F. Dennis y “El cuarto pasajero” con Alex de la Iglesia son por momento son sus incursiones en la ficción cinematográfica. Al tirmpo, el reciente estreno de “Operación Barrio Inglés”, con una de sus intervenciones, serie de TVE sobre la importancia estratégica de la ciudad de Huelva y las Minas de Riotinto en el conflicto entre ingleses y alemanes durante la II Guerra Mundial, rodada en escenarios naturales, añadió un plus de interés y curiosidad por la misma y por la anunciada presencia del actor cubano en el festival onubense para recoger su Premio Ciudad de Huelva, el tercero de los tres que en esta edición de oro decidió el Festival de Cine Iberoamericano.