El Granada ejerció de líder en Riazor, con un triunfo que se ganó de principio a fin y que solo llegó a estar amenazado cuando un Leyma Basquet Coruña que solo funcionó a rachas cogió una buena en el final del tercer periodo.
El tempranero 4-3 fue la única renta en todo el partido de los de Sergio García, contagiados de ritmo cansino y desconocidos a la hora de proteger el rebote en su aro. La segundas opciones, como dos mates de Gatell tras captura ofensiva, dieron al Granada su primera ventaja notable (15-23), la misma con que comenzó el segundo periodo.
Un parcial de salida de 10-2 subió al marcador el que sería único empate en los 40 minutos. Y entró en escena Pere Tomás, autor de todos los puntos de su equipo en el parcial de vuelta de 1-8. El Leyma estaba tirando poco y bien de tres (4 de 8 en la primera mitad), pero seguía penalizado por el rebote: 9-18 al final de los primeros 20 minutos.
En los instantes previos al descanso (40-48) hizo acto de presencia Ward, desaparecido hasta entonces. Fue el primer plato. El segundo todavía tardaría en servirlo.
Otro casi ‘missing’ en la primera mitad, Costa, destapó el tarro de las esencias en el inicio del tercer cuarto, con dos triples seguidos, acompañados por otro de Iriarte. Una canasta de Ward entre medias fueron los únicos que los locales se echaron al coleto en los primeros cinco minutos.
A Costa se le unió Bropleh, y cuando el Leyma anotó su segunda canasta en juego –a la que precedieron cuatro libres–, el líder ya mandaba por dos decenas (45-65). Gray, que no había jugado en la primera parte, le dio otro aire a la marea naranja.
Entre él y Ward iniciaron la reacción. Empezó con un parcial de 9-2 y se frenó en 16-4 al acabar el periodo. Arrancó de nuevo con cuatro tantos seguidos de Hamilton (65-69). Y reapareció Tomás, añadiendo 4 puntos a otro triple de Costa sin respuesta local.
El mejor momento de los de Sergio García solo serviría para acercase a dos canastas. Porque volvieron los problemas en el rebote ofensivo. El Granada capturó cuatro seguidos, que aunque no acabaron en canasta sirvieron para devorar segundos al crono. Un tapón de Niang a Ward, que llevaba unos minutos desquiciado con los árbitros, acabó con el buen partido de debut en las filas naranjas de Chris-Ebou Ndow (6 puntos, 5 rebotes, 1 asistencia y 1 robo en 16 minutos).
Lo peor, derrota al margen, fue la lesión –en el muslo izquierdo– de Hamilton tras hacer el mate que cerró el casillero del Leyma y que valió, junto con el libre final errado por Costa, para superar al Granada en el averaje particular. En esta liga loca e igualada nunca se sabe...