Un partido más trascendente de lo que, a priori podría parecer le espera al Deportivo esta tarde a las 19.30 horas en Pasarón. Los blanquiazules, que no ganan a domicilio desde el pasado 19 de febrero, cuando se impusieron al Talavera, afrontan el choque contra los granates, en palabras de su técnico, Rubén de la Barrera, como el primer partido del playoff, que jugarán en junio.

No es importante ganar únicamente para acabar con buenas sensaciones el curso regular y volver a hacerlo a domicilio, donde tendrá que mejorar sus prestaciones si quiere lograr el éxito en la fase de ascenso. Un resultado mejor que el que obtenga el Castilla frente al Algeciras le daría al Depor la tercera plaza y el factor campo a favor.

El cuadro albirrojo tiene cuentas pendientes con los de Raúl González, que les privaron el año pasado de disputar el playoff, tras un duelo envuelto en polémica. El Castilla llega a este tramo final entre dudas, tras haber llegado a liderar el Grupo I de Primera Federación.

Recuperar sensaciones

El conjunto herculino quiere volver a ganar lejos de Riazor, donde solo perdió un duelo ante el San Fernando, entonces a las órdenes de Borja Giménez. El feudo coruñés no parece que vaya a tambalearse en la fase de ascenso, al menos a la vista de los buenos números del curso liguero, pero es cuando compite fuera donde el Deportivo sigue teniendo su talón de Aquiles. 

El encuentro en Pasarón se presenta como un buen ‘sparring’ de cara al reto mayúsculo que tiene el cuadro blanquiazul por delante, después de haber dinamitado sus opciones de ascenso directo, entonces bajo la batuta del ya cesado Óscar Cano.

Aún con el doloroso recuerdo de lo ocurrido el año pasado en el playoff, entonces con Rubén de la Barrera logrando subir a Segunda con el Albacete en Riazor, llega el momento de resarcirse, pero antes el equipo coruñés tiene que cerrar con buena nota la campaña regular.

El partido contra el Pontevedra es un buen momento para probar a jugadores llamados a ser importantes en el playoff, como un Alberto Quiles que lleva semanas entrenando desde que se operase a principios del mes de mayo de su doble fractura, sufrida ante el Córdoba el 30 de abril.

Con hasta cuatro jugadores ya descartados por el preparador coruñés (Pablo Martínez, por lesión, y Soriano, Kuki y Lapeña, a una tarjeta de la suspensión), se prevén, al menos a la vista de las pruebas que hizo De la Barrera durante la semana, varios cambios en el once inicial.

Con Mackay en la portería, en la línea de cuatro Trilli seguiría por la derecha y por la zurda la duda está en si entrará Raúl Carnero por Lebedenko. En la zaga regresarían Pepe Sánchez y Jaime. La medular, que medita el técnico para este duelo incluye a Bergantiños e Isi Gómez y por delante un Rubén Díez que entraría por Soriano. Quiles volvería al once y al ala derecha, en la zurda Lucas Pérez y en punta Max Svensson o Arturo serían de la partida.

El tiempo apremia para este Depor aún en construcción y el partido de esta tarde se antoja como un ensayo del playoff.