El Deportivo Liceo solo sabe ganar en 2022. En seis partidos suma seis victorias, la última contra el Igualada, un rival inferior sobre el papel, pero que saltó sin complejos al Palacio de los Deportes de Riazor.

La actitud del equipo catalán, unida a la velocidad y precisión de los verdiblancos, deparó por momentos un partido de ida y vuelta, abierto y atractivo. El Liceo, que siempre tiene una marcha más, olió el peligro y en la segunda parte acabó goleando.

Y eso que el Igualada aguantó el 0-0 durante más de quince minutos. El principal culpable fue Elagi Deitg, que respondió a las primeras llegadas de Dava Torres y Roberto Di Benedetto.

MVP y abrelatas

El capitán coruñés, que antes del saque inicial recibió el trofeo que le acredita como el MVP de enero en la OK Liga, solo necesitó dos más para abrir la lata. Al primer remate se encontró con Deitg y, en el rechace, rebañó en el segundo palo una asistencia de Marc Grau.

Respondió el portero catalán ante Jordi Adroher en el lanzamiento de falta directa y tampoco aprovechó el Liceo la superioridad sobre la pista. Nunca se amilanó el Igualada, que empató a un minuto del descanso: asistió Gerard Riba y marcó Bernat Yeste.

La alegría de Yeste duró poco: a solo unos segundos del parón, el árbitro señaló penalti por una infracción del ‘9’ visitante y Àlex Rodríguez no falló desde el punto fatídico.

Acción-reacción

Pareció sentenciar el Liceo con el segundo tanto de Dava (22 en su cuenta particular esta temporada) a los 53 segundos de la segunda mitad, pero el Igualada reaccionó por mediación de Álex Cantero con Maxi Oruste de vuelta en la pista después de tres meses fuera por lesión.

El 3-2 espoleó definitivamente a los locales, que en algo menos de cuatro minutos sentenciaron con el segundo de Àlex, al aprovechar su propio rechace, un auténtico golazo de Adroher, arriba y ajustado al palo, y un remate cruzado de Di Benedetto.

El triunfo liceísta, unido al inesperado empate del Barça en Alcoi (3-3), reduce la distancia con el líder, ahora de cinco puntos cuando faltan solo tres semanas para el Clásico: el 5 de marzo en Riazor. Antes toca visita al Reus, tercero en discordia. Dos pruebas de máxima exigencia para medir el inicio perfecto.