La escasez récord de mano de obra en la Unión Europea (UE) se debe a los bajos salarios y condiciones laborales más que a la falta de cualificación de los trabajadores, según un estudio publicado este jueves por el Instituto Sindical Europeo.
El estudio subraya que la escasez de mano de obra aumentó claramente más entre los empleos con salarios relativamente más bajos, y que es mayor en sectores y perfiles que no requieren necesariamente una mayor cualificación.
“Dotar a más trabajadores de las cualificaciones necesarias para trabajar en las industrias del futuro es una parte crucial de una transición socialmente justa hacia una economía verde”, pero según la investigación publicada hoy, “aquellos sectores en los que la escasez de mano de obra aumentó más de 2019 a 2022 tendieron a ofrecer condiciones de trabajo generalmente más pobres”.
Los resultados demuestran la necesidad de aumentar la negociación colectiva y mejorar los salarios y las condiciones laborales, así como las cualificaciones, si Europa quiere acabar con su escasez de mano de obra, dijo en un comunicado la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Los representantes de los sindicatos europeos llamaron la atención además sobre el hecho de que en la mitad de los Estados miembros de la UE los salarios reales cayeron el año pasado a pesar de que los beneficios reales aumentaron.
Por ello, la CES pidió a la UE que supedite la financiación de la industria a que los beneficiarios ofrezcan formación y mejoren los salarios y las condiciones laborales de su mano de obra mediante convenios colectivos.
“Los empresarios no pueden encontrar suficientes trabajadores porque no ofrecen salarios o condiciones de trabajo suficientemente buenos”, señaló la secretaria general de la CES, Esther Lynch, quien parafraseando al presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que “la respuesta es sencilla: pagarles más”.
Lynch consideró que la UE “debería seguir el ejemplo de Estados Unidos y condicionar la financiación pública de las empresas al compromiso de pagar salarios decentes, ofrecer condiciones justas y mejorar las cualificaciones de los trabajadores, junto con una obligación clara en materia de negociación colectiva”.
“Europa debería dejar de intentar competir basándose en salarios y condiciones bajos y, en su lugar, debería aumentar la productividad mediante la inversión en empleos de alta cualificación, alta tecnología y alta calidad”, concluyó.