El Foro Económico detecta una “acusada” desaceleración de la economía gallega en el tercer trimestre de 2022, pues crece “muy por debajo” de España y Portugal, de forma que se está “desacoplando” del ritmo de avance estatal.
En rueda de prensa en Santiago para presentar el informe del tercer trimestre, el economista Fernando González Laxe apunta que existe un diferencial de dos puntos porcentuales entre el PIB gallego y español, algo que no ocurría “desde hace tiempo”.
Si bien a mediados de 2022 diferentes organismos “proclamaban el apocalipsis”, valora que se ha conseguido sortear la recesión, aunque en el caso gallego se observa una ralentización respecto a la pujanza española.
A este respecto, González Laxe apunta que las previsiones del IGE de crecimiento estaban en entorno del 3,5% en Galicia y del 5,5% en España para el cierre de 2022, con “un ‘gap’ de dos puntos porcentuales, mucho”. Aquí se identifica un peor comportamiento de la demanda interna en el caso gallego que en el español.
También González Laxe señala que Galicia tiene que “jugar con mayor producción industrial en mercados distintos que los que sean exclusivamente el francés y portugués”, pues echa en falta sectores de “arrastre” para “crecer mucho”. Llama a apostar por alimentación especializada en ‘bio’ o productos medicalizados.
Laxe critica que la inversión pública se redujo en el tercer trimestre en Galicia en un momento en el que se debería impulsar la reactivación. Avisa de que “no puedes cortar de forma radical y abrupta” ese apoyo en estos momentos desaceleración y de mayor brecha con la media española.
Precisamente, considera clave reforzar políticas industriales y fomentar la innovación para acortar la distancia con la media española.
En lo tocante a fondos europeos, el expresidente de la Xunta reconoce “cierta falta de efectividad”, cuestión que achaca a “un exceso de burocracia” que ralentiza el avance de proyectos y que se sigan “procesos antiguos” para la contratación de estos proyectos.
Por su parte, José Francisco Armesto ha desgranado la situación económica gallega en el tercer trimestre, con una ralentización “importante” al subir el PIB un 2,5%, “la mitad” de lo que crecía en el primer y segundo trimestre. Además, hay un diferencial de dos puntos frente al 4,4% de España.
En un contexto de incertidumbres, la inflación gallega sigue por encima de la española --6,4% y 5,5% a cierre de año--, si bien en la parte final de 2022 hay una bajada significativa respecto al verano.
Contrasta que la demanda interna crece en España con que se detrae en 2,1 puntos en Galicia. Además, cae el consumo de los hogares gallegos, mientras sube en el país. Y a ello se suma que el gasto de las administraciones es “notablemente inferior” en la comunidad.
Paralelamente, el mercado exterior se sigue concentrando en la automoción y el textil. Aunque hay un repunte de las exportaciones energéticas, se llama la atención a que es debido al aumento de precios.
Otro problema crónico es que la productividad gallega sigue por debajo de la media española, con el caso de las manufacturas como ejemplo de ser “significativamente inferior”, cuestión achacada a una menor inversión en I+D.
Patricio Sánchez ha sido el encargado de exponer el “desacople” del mercado laboral gallego frente al estatal, pues “se sigue creciendo, pero con menor intensidad”.
El empleo se creó entre las mujeres, al tiempo cae en el caso de los hombres. El sector de la construcción está en auge, con destrucción en el industrial y primario. Hay una disminución de empleo público y un aumento entre los asalariados del sector privado.
Galicia computa “una de las peores situaciones” entre autonomías en tasas de actividad y ocupación en el tercer trimestre. La tasa de desempleo del 10,8% es más baja que el 12,7% estatal, pero el dato gallego es “superior en medio punto” en comparación con el año pasado.
El retrato robot del parado en la comunidad gallega es el de una mujer de menos de 25 años, extranjera y con estudios primarios.
En este informe del Foro se dedica un apartado a lo que llama “trampas del desarrollo”, en el que se examina cómo numerosas regiones, entre las que se encuentra Galicia, convergen rápidamente con la media europea, pero “llega un momento que esa convergencia se detiene de manera abrupta”
Y es que en ese proceso de convergencia se produce un estancamiento a nivel de PIB per cápita, productividad y empleo, lo que Laxe identifica con “mejorar pero no llegar” o “avanzar pero no correr”. Por ello, apela a políticas pública “distintas”, con un fomento de la tecnología y la eficiencia en las empresas. “Nos cuesta mucho ser disruptivos”, lamenta.
Junto a esto, se recoge un estudio sobre digitalización en el que Galicia ocupa el último lugar entre comunidades en 10 de las 16 variables evaluadas.