Los españoles gastan de media 13.120 euros anuales por persona y aunque a grandes rasgos no hay muchas diferencias territoriales, en el detalle sí se encuentran: los madrileños, por ejemplo, son los que más gastan en libros, los vascos en restauración, los gallegos, en pan; y los canarios en peluquería y estética.
Son datos de la última Encuesta de Presupuestos Familiares recién publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al año pasado, que analizados de otra manera revelan que los gallegos gastan cuatro veces más que los navarros en joyas o los asturianos también cuatro veces más que los catalanes en juegos de azar.
¿Dónde se gasta más en pan? ¿Y en carne o en tabaco?
Los datos del INE permiten saber que los gallegos son los que más gastan en pan (344 euros por persona, contabilizada toda la población), los navarros en carne (601 euros) y los gallegos en tabaco (126 euros).
Los aragoneses son los que más dinero destinan a aceites y grasas (101 euros), los asturianos a vino (cerca de 54 euros) y los murcianos a cerveza (más de 61).
A electricidad son los baleares (casi 461 euros), a gas los riojanos (234) y a productos farmacéuticos los madrileños (151), y en gastos de automóvil son los extremeños (512), en sus animales domésticos los gallegos (alrededor de 189 euros) y en juegos de azar los asturianos (casi 95 euros).
Los madrileños son los primeros en gasto en libros (47 euros por persona y año), los navarros en paquetes turísticos (casi 174 euros), los vascos en restauración, es decir, en comer fuera de casa (1.422), los canarios en peluquería y estética (125) y los gallegos en comprar joyas, bisutería y relojería (43 euros).
Diferencias de hasta cuatro veces
Comparando los gastos máximos con los mínimos en estos subgrupos se encuentran diferencias de hasta cuatro veces, eso sí, dejando aparte el desembolso en gas, que en La Rioja multiplica por 10 el de Canarias (234 frente a 23,50 euros), en este caso por obvias razones climatológicas.
La causa de muchas de las otras diferencias no es tan evidente. Las mayores se producen entre los gallegos, que gastan 43 euros al año por persona en joyas, bisutería y relojería, y los navarros, que destinan menos de 11; y entre los asturianos, que pagan en juegos de azar casi 95 euros, y los catalanes, que no llegan a los 24 euros, en ambos casos alrededor de cuatro veces más.
Los asturianos gastan más del triple que los extremeños en vino (cerca de 54 euros al año por 16,50), y no muy lejos del triple están los gallegos de los extremeños en gasto en sus animales domésticos (alrededor de 189 euros por algo más de 69).
Dos veces y media más dinero emplean de media los navarros que los canarios en paquetes turísticos (casi 174 euros frente a 68) y más del doble los madrileños que los andaluces en libros (47 frente a 21 euros) y los aragoneses que los valencianos en aceite (101 frente a 47 euros).
Aproximadamente el doble se dejan de media los madrileños que los extremeños en productos farmacéuticos (151 por casi 73 euros), los gallegos que los catalanes en tabaco (126 por 63) y los murcianos que los castellanomanchegos en cerveza (61 por 31 euros por persona y año).
Bastante diferencia hay también entre los 1.422 que gastan los vascos en restauración y los 812 de los canarios (un 75 % más); entre los cerca de 512 euros que desembolsan los extremeños en sus automóviles y los 294 de los vascos (74 %); entre los casi 461 euros que destinan los baleares a electricidad y los 274 de los riojanos (68 % más); y entre los 601 euros que los navarros destinan a comprar carne y los casi 372 de los canarios (62 % más).
Las menores diferencias de los subgrupos analizados se dan en el gasto en pan y cereales, un 33 % entre gallegos (344 euros) y castellanomanchegos (259), y en el desembolso en peluquerías y establecimientos de estética, solo un 24 % entre canarios (125 euros) y extremeños (101 euros).
Casa y alimentación, lo primero en todas partes
Pese a todas estas diferencias, en todas las comunidades se gasta a grandes rasgos en las mismas cosas. En primer lugar se destina el dinero a pagar la vivienda y sus suministros (agua, electricidad, gas, etc), a lo que va una media de 32 euros de cada 100, que sube a 35 en Cataluña, Madrid y País Vasco y baja hasta 27 en Galicia.
Después, otros 16 euros de cada 100 -y con esto ya casi es la mitad- van a alimentación y bebidas no alcohólicas, un poco más, 19, en Murcia, y un poco menos, 14, en Baleares y Madrid.
A transporte se destinan 12 euros de cada 100, con un máximo de 14 en Canarias, Cantabria y Castilla-La Mancha y un mínimo de 9 en País Vasco; y a restaurantes y hoteles 10, que se elevan a 13 en La Rioja y se quedan en 9 en ambos archipiélagos, las dos Castillas, Cataluña y Galicia.
Aún menores son las diferencias en lo que se gasta en ocio y cultura (5 euros de cada 100), en vestido y calzado, en muebles y otros artículos del hogar y en sanidad (4 euros de cada 100 en los tres casos), en comunicaciones (3), en bebidas alcohólicas y tabaco (cerca de 2) y en enseñanza (algo más de 1), mientras el resto va a otros bienes y servicios.