Los resultados obtenidos el domingo pasado, que conllevan la desaparición del hemiciclo municipal de partidos políticos nuevos, han fortalecido al Gobierno de Inés Rey, que ha pasado de nueve a once concejales. Pero sería arriesgado señalar que este crecimiento es una señal de que los coruñeses aprueban la gestión de Inés Rey. En primer lugar, porque ha conseguido menos votos que en los comicios de 2019 pero también porque el PP de Miguel Lorenzo ha conseguido imponerse en ocho de los diez distritos electorales, incluidos feudos socialistas, como el dos y el seis. Solo el cuatro (Os Mallos) y el diez (O Ventorrillo) resisten.  

En cualquier otro momento, este resultado habría sido fatal. La victoria socialista siempre se ha producido cuando consigue un alto grado de movilización. en los barrios populosos que se encuentran enmarcados entre la ronda de Outeiro y la de Nelle. Sin su apoyo, el partido del puño y la rosa tiene prácticamente imposible mantener la Alcaldía. Esto explica, por lo menos en parte, por qué el PSOE ha obtenido cerca de 1.500 votos menos que 2019.

Otra de las razones por las que ha obtenido menos votos es la baja participación: un 3,8% menos que en los anteriores comicios, que ya eran de por sí bajos. En total, acudieron a la cita electoral el 58,94% de los inscritos en el censo, según los últimos datos. Pero se trata de un fenómeno que también ha perjudicado al PP. En efecto: no ha conseguido movilizar el voto en el distrito 3 (Ensanche) donde no llegó al 60%

Desunión 

En realidad, aunque haya ganado en ocho de los diez distritos, en ninguno de ellos el PP de Miguel Lorenzo ha conseguido una porcentaje que supere a los 50 puntos. El PP ha creído sobre todo gracias a la desaparición de Ciudadanos, al igual que el PSOE se ha beneficiado de la caída de la Marea Atlántica y de Por Coruña, la coalición formada por Podemos, Eu y Alternativa Verde. No hay que olvidar que estos dos partidos, juntos, consiguieron casi el 10% de los votos, lo que les habría garantizado dos concejales de haber concurrido juntos a la cita con las urnas. Pese a todo, la Marea de Xan Xove se ha quedado a solo 62 votos de conseguir un concejal.
 

En cuanto al BNG, que también se ha visto beneficiado de la desaparición de las fuerzas de la izquierda con las que se encontraba en competencia directa, tampoco ha deparado ningún resultado extraordinario en ninguno de lo distritos electorales. El mejor resultado lo alcanzó en el dos (Monte Alto) con el 16,47% de los votos y el más bajo, en el tres (Ensanche), donde se quedó en el 9,03%. No es ninguna sorpresa, dado que Monte alto siempre ha concentrado la mayor parte de los votantes nacionalistas, aunque el partido más votado habitualmente sea el PSOE el que consiga la mayor parte de los votos y, ocasionalmente el PP, tanto en estas elecciones como en las que auparon a su predecesor, Carlos Negreira, a la Alcaldía en 2015.
 

La desmovilización ha sido, por tanto, uno de las características de estos comicios que también ha contribuido a la desintegración de los partidos políticos recientes, como Marea y Podemos, que han marcado los últimos diez años de la vida política  a nivel local. El entusiasmo que generaron ambos partidos, unidos bajo la marca de la Marea, tuvo su cénit en la victoria de Xulio Ferreiro, que consiguió alcanzar la Alcaldía en 2015 con el apoyo del PSOE. Aunque el partido aún tiene representación en algunos municipios, como Sada y Ferrol, su época parece haber pasado en A Coruña.