La vuelta de A Coruña al escenario político de 2007 pasó por la desaparición definitiva de la Marea, que conquistó la Alcaldía en 2015, pasó a segundo partido de la oposición en 2019 y falló en el tercer intento de representación política. Xan Xove asumió el trago de dar la cara, en su primera acometida fallida por convertirse en representante ciudadano en el Ayuntamiento. El candidato no utilizó ningún tipo de eufemismo a la hora de valorar el bagaje. “Estamos tristes, os resultados son pésimos, sen paliativos”, subrayó. “As sensacións son duras, os resultados pésimos e temos que analizar o contexto no que estamos e decidir como continuamos, é un escenario novo para nós e temos que valoralo en común tódalas persoas da Marea Atlántica”, prosiguió.
Alzó la mirada Xove más allá de las elecciones locales y apuntó la dirección y la realidad contraria al marco ideológico de la izquierda. “A esquerda nestas eleccións está en retroceso. Non só na Coruña, senón tamén en moitos outros lugares, sería inxusto facer unha aviliación únicamente na Coruña”, dijo.
Mirada a Por Coruña
La Marea Atlántica llegó más dividida que nunca al proceso electoral y el nacimiento de Por Coruña y la alternativa de José Manuel Sande así lo evidenció, con dos compañeros de viaje enfrentados cara a cara en los debates previos. No quiso profundizar en ese punto el líder del partido primigenio, pero sí se refirió a un factor de desgaste. “Á vista está que a división, esa candidatura que se presentou, perxudicou, pero nós queremos falar do proxecto da Marea Atlántica para facer unha Coruña mellor”, explicó.
Desde hoy mismo comienza un horizonte tanto incierto como sin precedentes para Xove y la Marea Atlántica, un proceso de reconstrucción para el que pidió diálogo y voluntad. “Faremos unha recomposición do espazo coas ferramentas que temos, dentro das nosas posibilidades”, aseguró. “Será algo que decidamos en asamblea, coma sempre, de maneira horizontal e de abaixo a arriba, todo o mundo estará convidado a participar”, adelantó.
La denominada plaza del Humor vivió una estampa radicalmente diferente a la de hace ocho años, e incluso a la de cuatro atrás. Resulta cruel incluso el nombre de la ubicación para el otrora lugar de las sonrisas, que ayer también lo fue de las lágrimas. La llegada de Xove a la sede del partido fue acompañada de una sonora ovación. Triste, de palmada en la espalda, pero que también tuvo marchamo de melancólico adiós.
La única sonrisa de la noche la arrancó el candidato con su arenga futbolística. “Xogabamos en campo contrario e o adestrador, que son eu, non estivo á altura”, bromeó entre muestras de cariño y aplausos. “Non é o momento para bromear, pero na Coruña sabemos estar na Champions e en Segunda B; imos encher o campo da Marea Atlántica con ilusión”, finalizó.