Ciudadanos firma su acta de defunción

Ciudadanos firma su acta de defunción
La portavoz nacional de Ciudadanos y candidata al Govern, Patricia Guasp, en rueda de prensa tras conocer los resultados electorales |EP

Con cero diputados conseguidos en estas elecciones autonómicas y fuera de las principales ciudades españolas, incluida Madrid, Ciudadanos podría firmar ya su acta de defunción sin tener que esperar a las elecciones generales previstas para diciembre.
 
Los naranjas no han conseguido retener ni 400 concejales de los 2.788 que lograron en 2019 (han pasado del 8,25 por ciento de los sufragios a un 1,35 %).
 
Votos que han ido parar casi en su totalidad al PP, partido que consigue ganar las elecciones municipales y autonómicas, dando la vuelta al color en varias comunidades, en las que podrán gobernar con ayuda de Vox.
 
Ciudadanos, que incluso llegó casi a superar al PP en las elecciones generales de abril de 2019 y se consolidó como tercera fuerza en las municipales y autonómicas que se celebraron en mayo de ese año, ha quedado barrida tan sólo cuatro años después.
 
No queda ni rastro de los éxitos de entonces cuando lograron gobernar con el PP en Murcia, Castilla y León y Madrid -tuvieron también Andalucía- y opciones de hacerlo con los socialistas en otros territorios como Aragón, pero Albert Rivera impuso el veto al PSOE, igual que hizo con Pedro Sánchez, cerrando puertas que, salvo sorpresas, no volverán a abrirse.
 
Ahora, únicamente retienen un diputado en Castilla y León, el que fuera vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, y seis en el Parlamento de Cataluña.
 
Con estos mimbres más los nueve diputados que tienen en el Congreso, Cs afronta en seis meses los comicios que le darán la puntilla definitiva, salvo que ocurra un milagro.
 
 
Ni el cambio de dirección en enero ni el giro en la estrategia política para resituar al partido en un centro inequívoco, con capacidad para pactar a izquierda y derecha, han conseguido frenar un declive que se venía masticando desde el desastre de noviembre de 2019.
 
Empezó entonces la descapitalización de Ciudadanos, con la fuga de militantes hacia el partido de Alberto Núñez Feijóo y se tomaron decisiones políticas tan equivocadas como la moción fallida de Murcia hasta que los naranjas entraron en barrena.
 
Siguen pensando que no es el final y se agarran a que todos los partidos liberales europeos han pasado por horas bajas y han salido adelante, algunos, como el alemán, llegaron a desaparecer del parlamento y ahora forman parte del Gobierno de coalición.
 

Arrasado en Cataluña

 
Ciudadanos se ha hundido en Cataluña, donde nació en 2006: la formación naranja ha pasado de sus 245 concejales en 2019 a tan solo 10 y se ha quedado sin representación en el Ayuntamiento de Barcelona.
 
El escenario general era muy distinto al que vivieron en las municipales anteriores cuando Cataluña aún estaba en plena ebullición por los efectos del referéndum unilateral del 1-O, que llevaron a los naranjas a tocar techo con 36 escaños en el Parlament en los comicios autonómicos de diciembre del 2017.
 
En 2019 consiguieron 192.518 votos en Cataluña –el 5,57 % del total– y 239 concejales, mientras que ahora caen hasta el 1,22 % y solamente diez ediles, quedándose fuera de las cuatro capitales de provincia.

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