Julio Ransés Pérez Boga (A Coruña, 1968) es funcionario del Ministerio de Hacienda desde 1989 y hasta el pasado mes de marzo presidía la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado, que es la única asociación que los agrupa en nuestro país. Desde el pasado sábado es uno de los 57 ediles de la corporación municipal de Madrid que preside Manuela Carmena (Ahora Madrid). Pérez Boga, número tres de la lista de los socialistas que encabezó Antonio Miguel Carmona, habla para la prensa de las motivaciones que le llevaron a presentarse a las elecciones y de cómo ve la legislatura que está comenzando.
Un coruñés en el Palacio de las Comunicaciones (sede del Ayuntamiento de Madrid). ¿Se sintió extraño en la constitución de la corporación?
Representar a los ciudadanos es, además de una gran responsabilidad, un orgullo y así me sentí. Madrid es cosmopolita y acogedora y a los que vamos desde otras ciudades nos aceptan desde el primer día como uno más.
La votación para elegir a la alcaldesa fue secreta. Algunos pensaron que volvería a suceder un ‘Tamayazo’. ¿Respiró tranquilo tras el recuento de las papeletas?
Tengo que reconocer que sí porque, aunque yo lo tenía claro, temía que la codicia tentara a algún concejal desleal y luego me culparan a mí de la felonía.
Se presentó en calidad de independiente en la candidatura de Antonio Miguel Carmona. ¿Cómo lo conoció?
Antonio es economista y profesor de universidad, igual que yo lo he sido, y una persona muy participativa en los medios. Coincidimos en Madrid en un acto en el que participaba Thomas Pikkety, uno de los economistas más importantes del momento.
¿Cuándo decidió presentarse? ¿Qué le motivó a dar el salto a la política?
Fue todo muy repentino. Carmona me telefoneó un viernes y el lunes le dije que sí. Siempre he sido un servidor público y lo seguiré siendo. En mis casi tres décadas en el Ministerio de Hacienda me he dado cuenta de los defectos de las normas e instituciones y tras muchos años en la junta directiva de los inspectores de Hacienda analizando los problemas del sistema fiscal y proponiendo soluciones que nunca terminaban de calar en las leyes, me he dado cuenta de que es mejor hacerlo uno mismo que encargárselo a los políticos, a quienes les cuesta solucionar algunas cosas. Ello me hizo dar el paso.
¿Le costó tomar la decisión? ¿Ha renunciado a algo?
A Carmona lo considero una persona honrada y ello hizo que no me costara demasiado. Pero indudablemente la decisión implicó renuncias importantes: dejar la presidencia de la asociación de inspectores, introducirme en un mundo ajeno y desprestigiado, algo que no ha sido entendido por muchos, desplazarme de la ciudad en donde nací y he vivido toda mi vida, mi vida familiar…
¿No se planteó presentarse antes en otras elecciones?
No. Son los últimos acontecimientos relacionados con la corrupción y la falta de ideas de muchos dirigentes políticos los que hicieron plantearme introducirme en este mundo, por pura responsabilidad.
El PSOE fue la tercera fuerza más votada tras el PP y Ahora Madrid. Carmona afirmó que pese al apoyo dado a Manuela Carmena no entrará en el gobierno. ¿Existen similitudes en los programas económicos de Ahora Madrid y del PSOE?
Cuentan con un componente social importante. Los matices son lo que los diferencian. El nuestro es social, pero también trata de bajar impuestos e incentivar el crecimiento económico y todo ello huyendo de extremismos.
El PSOE está en la oposición y apoyará en cuestiones concretas a Ahora Madrid. ¿Cree que serán realidad las prioridades que se marcó usted al presentarse en la lista?
Sin duda. No ha transcurrido una semana desde la formación del gobierno y Ahora Madrid ha renunciado a crear una banca pública y va a pagar los vencimientos de la deuda pública, pese a que figuraba en su programa. El ser un gobierno en minoría le ha obligado a hacernos esta concesión, y así deberá seguir sucediendo.
Las primeras polémicas no han tardado en saltar y Guillermo Zapata dimitió de la Concejalía de Cultura y Rita Maestre, portavoz del consistorio, está en el ‘ojo del huracán’. ¿Es un síntoma de que los políticos van a tomarse las cosas con mayor rigor a partir de ahora?
Es un síntoma de que la oposición va a ser rigurosa y vigilante, y de la ética que se debe exigir a los políticos a partir de ahora.
¿Se ve los cuatro años de la legislatura en el consistorio?
Serán cuatro años difíciles y de problemas, pero no me arrugo ante las dificultades. Por ello, estaré en el Ayuntamiento de Madrid mientras pueda ser útil.
¿Será futurible para el PSdeG en las Autonómicas de 2016?
Esas son cábalas de político. Ahora mi labor está en Madrid. n