La ministra de Hacienda y Función y Pública, María Jesús Montero, ha hecho entrega este jueves del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2023 a la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, para el registro de las cuentas y el inicio de su tramitación parlamentaria.
Montero ha llegado al patio de Floridablanca de la Cámara poco antes de las 10 horas con el conocido como ‘libro amarillo’ que desglosa las principales cifras de los nuevos Presupuestos. “Los terceros”, ha dicho, al posar ante los medios gráficos, instantes antes de entrar al Palacio junto con sus secretarios de Estado de Presupuestos y Gastos, María José Gualda; de Función Pública, Lidia Sánchez; y de Hacienda, Jesús Gascón.
Poco después, ha sido recibida por Batet en el Salón de Pasos Perdidos, en un acto conjunto con la Mesa del Congreso y la Comisión de Presupuestos del Congreso, que preside la diputada de Unidas Podemos Pilar Garrido.
Tras recibir los Presupuestos, la Mesa del Congreso se reunirá para calificar el proyecto, que este viernes se publicará ya en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, y aprobar su calendario de tramitación. Además, la Mesa abrirá un plazo para solicitar las comparecencias de altos cargos del Gobierno, previstas para la semana del 17 de octubre.
A partir de ahí, los grupos deberán decidir si quieren discutir o no los Presupuestos y presentar una enmienda de totalidad para devolver las cuentas al Gobierno. Estas enmiendas se debatirán previsiblemente la semana del 24 de octubre y serán el primer examen a los terceros Presupuestos del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos.
Montero dijo el pasado martes, tras la aprobación del proyecto presupuestario en el Consejo de Ministros, que el Gobierno buscará sacar adelante estas cuentas con una amplia mayoría y ayer, en el Pleno del Congreso, reiteró que el Ejecutivo se pondrá a hablar inmediatamente con los grupos parlamentarios que no han mostrado un rechazo frontal a las cuentas públicas.
Los Presupuestos de 2023 contemplan un techo de gasto de más de 198.000 millones de euros, que incorporan el aumento del salario de los funcionarios, la actualización de las pensiones con el IPC, más gasto sanitario y nuevas ayudas a las familias y parados.
Los nuevos Presupuestos incluyen también el paquete fiscal anunciado recientemente, que contempla el nuevo impuesto a las grandes fortunas a partir de un patrimonio neto de 3 millones de euros, la rebaja del IRPF para las rentas hasta 21.000 euros, el aumento del gravamen de las rentas del capital a partir de 200.000 euros, la reducción de los módulos para los autónomos o la subida del Impuesto de Sociedades para las grandes empresas, medidas con las que el Gobierno espera ingresar más de 3.000 millones de euros adicionales.
Con un gasto social récord, con estas cuentas el Gobierno busca reforzar la sanidad, –especialmente la atención primaria–, la educación, la dependencia o las becas de cara al próximo año. Además, el PSOE y Unidas Podemos han acordado el despliegue de una Ley de familias que incluirá nuevos permisos de conciliación, el impulso de una prestación de crianza de 100 euros al mes para familias con menores de 0 a 3 años y se asimilarán las familias monomarentales, con dos hijos, a la actual categoría de familias numerosas.
Con estas cuentas, los funcionarios verán crecer su retribución un 2,5% y se podrán incrementar hasta en un punto adicional en función de variables vinculadas al IPC y al PIB nominal.
Las cuentas del próximo año contemplan también la actualización de las pensiones de acuerdo con el IPC interanual del mes de noviembre, que podría situarse en el 8,5%, según los cálculos del Gobierno, lo que elevará el gasto en pensiones en más de 190.000 millones de euros.