La Xunta prevé movilizar el año que viene más de 35 millones de euros en el desarrollo de su estrategia de planificación, programación y puesta en marcha de diferentes tipos de medidas para hacer frente a los riesgos de inundación dentro del ámbito de la cuenca hidrográfica de Galicia Costa.
Así se recoge en el informe presentado esta mañana por la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático en el Consello de la Xunta y en el que el organismo de cuenca Augas de Galicia expone su estrategia ante este fenómeno.
El informe prevé desarrollar un paquete de actuaciones que abarcan medidas preventivas para evitar o minimizar las inundaciones, acciones destinadas a proteger las áreas más sensibles y trabajos de restauración ecológica y conservación tanto en los canales como en los entornos fluviales con el mismo fin.
Tras el Consello de la Xunta, el presidente gallego, Alfonso Rueda, ha destacado que la prevención siempre ha sido un pilar en la gestión del gobierno autonómico pero ha admitido que episodios como la dana de Valencia ha puesto más en relevancia esta estrategia de adelantarse a las problemáticas que puedan surgir.
Bajo esta premisa, el Gobierno gallego ha analizado un informe que estudia las actuaciones en las que trabaja para prevenir anegamientos y que recogen también cambios legislativos con medidas para limpiar los ríos mediante un endurecimiento de las sanciones y simplificando los informes y trámites necesarios para realizar obras necesarias.
De todo ello, ha dado cuenta la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, que recordó que a lo largo de 2024 se efectuó la limpieza de ríos en un área de unos 500 kilómetros, en las zonas de más riesgo.
La conselleira ha apostado por continuar las tareas de limpieza dado que el Plan de gestión de riesgo de inundación en el que se trabaja para el horizonte 2028-203 elevará a 172 las áreas de riesgo y pasará de 548 kilómetros a 566.
El pasado mes, Galicia ya actualizó el Plan especial de protección civil ante el riesgo de inundaciones en Galicia (Inungal), que integra los nuevos estudios de riesgo y que señala que 51 municipios están obligados a contar con un plan de riesgo, mientras hay otros 45 en los casos en los que se considera recomendable.
De cara al próximo año, ha aventurado una serie de modificaciones legislativas para que ayuntamientos y particulares, mediante una declaración responsable, puedan proceder a la retirada de objetos en los ríos y a la poda de árboles, con un máximo permitido.
Además, se pondrán en marcha multas coercitivas ante posibles obras en zonas no permitidas o que supongan obstáculos para el caudal normal del río.
Los responsables serán los particulares de dichas obras y la Xunta “se dirigirá a ellos para retirar” los elementos que supongan peligro y, en caso de no hacerlo, será Augas de Galicia la administración que realice los trabajos necesarios con el recargo pertinente.
También como novedad se proponen también la creación de corredores fluviales verdes con el fin de emplear la vegetación de ribera para reducir el riesgo potencial de inundación en zonas sensibles.
Según ha explicado, Vázquez, la idea es mantener y reforzar la vegetación propia de estas áreas, medida que hace que en caso de avenidas los canales se mantengan estables y no lleven tierra hacia las desembocaduras, y además, habilitar accesos peatonales que permitan que su conservación sea más sencilla.
En este apartado preventivo, también han puesto el valor el modelo Merlín, un sistema “pionero de alerta temprana de riesgos” de inundación en Galicia-Costa que desarrolló en colaboración con la Universidade da Coruña y gracias al que “se puede prever a 3 días vista el posible desbordamiento de los ríos” en la cuenca autonómica.
También se desarrollará una labor de concienciación a través de la señalización de las áreas de riesgo y del desarrollo de actividades educativas en centros escolares o campañas de comunicación”.