El cambio de opinión de Belén, una mujer de 54 años vecina de Santiago y enferma de esclerosis múltiple, ha paralizado el proceso de eutanasia que ella misma había solicitado y el cual la Xunta autorizó con el aval de la justicia.

Belén fue diagnosticada de esclerosis múltiple con 20 años y, desde ese momento, según recoge su petición de eutanasia con fecha del pasado mayo, comenzó a registrar dificultades de movilidad, hasta que su vida laboral se vio condicionada y obtuvo una incapacidad.

Los dolores derivados de la enfermedad empeoraron hasta tal punto, según el informe, que se volvieron “insoportables”, por lo que la mujer solicitó de forma voluntaria la eutanasia para poner fin a su vida, evitando el sufrimiento.

El Hospital Clínico de Santiago de Compostela avaló entonces la solicitud de la paciente y fijó para este mes de noviembre la eutanasia, pero obtuvo la negativa de su madre que recurrió a la asociación Abogados Cristianos para intentar paralizar el proceso.

Tanto la madre de la paciente como Abogados Cristianos entienden que no se dan las circunstancias para llevar a cabo esta eutanasia porque consideran que las premisas en las que se basa el informe que autorizó la muerte programada de esta mujer están repletas de “falsedades” y “exageraciones”.

Con esta argumentación, la asociación católica solicitó entonces al juzgado medidas cautelares, en el marco de una denuncia contra el hospital por lo que la Xunta remitió el caso a la Fiscalía.

Sin embargo, el Ministerio fiscal otorgó la razón al Servicio Gallego de Salud (Sergas) al entender que los informes eran correctos y avalaban el procedimiento de eutanasia de esta mujer puesto que su supuesto encaja con lo establecido en la ley aprobada en 2021.

Por tanto los servicios médicos fijaron una fecha para recoger a Belén, aunque la madre no abrió la puerta por lo que el caso se derivó nuevamente a la justicia.

Pero esta semana ha habido un nuevo cambio en este caso ya que ha sido la paciente la que mediante un acta notarial solicitó a la Consellería de Sanidade posponer indefinidamente dicho procedimiento.

La ley permite a los solicitantes de eutanasia interrumpir el proceso en cualquier momento, incluso después de que el comité ético haya dado luz verde.

Desde la Xunta, tanto el presidente, Alfonso Rueda, como el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, han mostrado su respeto total por la decisión de la mujer compostelana.