El dispositivo de búsqueda para encontrar a los dos marineros desaparecidos en la costa cántabra, uno tras el naufragio del pesquero Vilaboa Uno a principios de mes y otro que se cayó este miércoles a bordo del Novo Xoel, sigue activo en paralelo, sin noticias aún de ninguno.

Fuentes de Salvamento Marítimo han informado a EFE de que los servicios de rescate de Salvamento, Guardia Civil y el Gobierno de Cantabria salen desde Santander, donde se hundió el Vilaboa Uno y se trasladan hasta San Vicente de la Barquera, donde cayó el otro marinero.

Este recorrido hace posible que la búsqueda se pueda mantener activa al mismo tiempo para ambos marineros de origen peruano, una búsqueda que se ha suspendido a última hora de este jueves sin éxito.

En el caso de César Edward Barba Tejada, el pescador peruano residente en Galicia que cayó este martes al mar desde el Novo Xoel, se están estudiando “opciones de deriva” y se intenta localizarle donde podría haberle arrastrado el mar.

El aviso de que el tripulante se había caído, supuestamente tras ser arrastrado por las redes del pesquero que estaba faenando la costera de la anchoa, lo dio el martes a las 7.40 horas el Novo Xoel, con puerto base en Camariñas (A Coruña).

Ese operativo continuará a primera hora del viernes, por aire, con los helicópteros Cuco, el avión Sasemar 102; y por mar, la salvamar Deneb y la patrullera de la Guardia Civil.

El Vilaboa Uno se hundió el pasado 3 de abril frente a las costas de Santander, con diez tripulantes a bordo, de los cuales siete pudieron ser rescatados por embarcaciones que acudieron a la zona tras avisar el buque de que tenía una vía de agua en el casco.

Otros dos, un marinero ghanés y el patrón, natural de Santander, fallecieron por hipotermia, mientras que los servicios de búsqueda tratan de encontrar en la costa cántabra desde hace casi un mes a Walter Ferreiro, el marinero -también de origen peruano- que podría haberse quedado dentro del pecio.

Las razones del naufragio, que se produjo en apenas media hora, están siendo investigadas y aún se desconocen, ya que las condiciones del mar eran buenas en ese momento y el barco estaba parado para comenzar a faenar y, por lo tanto, no llevaba carga.