Dos de las asociaciones de transportistas mayoritarias en la provincia de Lugo han calificado como un “sinsentido” y una “barbaridad” el protocolo de vialidad invernal que ha elaborado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para establecer las alternativas al tráfico de vehículos pesados en caso de alerta por nevadas en la zona de Pedrafita do Cebreiro.

En dicho protocolo se establece que cuando exista climatología adversa (nivel amarillo por nevadas) y durante el tiempo que dure el aviso será necesario restringir el tráfico de vehículos pesados en el tramo comprendido entre los enlaces de Villamartín de la Abadía, en la provincia de León (PK 400 de la A-6), y Nadela, en Lugo (PK 488 de la A-6), para evitar su paso por la zona afectada por los desvíos existentes en Pedrafita do Cebreiro.

Los vehículos pesados que circulen por la A-6 en sentido A Coruña deberán abandonar esta vía en el enlace de Toral de los Vados (León) y utilizar las carreteras N-120 (hasta A Pobra do Brollón, Lugo), LU- 652 (hasta Bóveda, Lugo) y CG 2.2, regresando a la A-6 por el enlace de Nadela.

En sentido Madrid, se hará el mismo desvío en sentido inverso, por lo que los vehículos pesados abandonarán la autovía A-6 en el enlace de Nadela (Lugo PK 488) y circularán por las carreteras CG 2.2, LU-652 y N-120, para conectar nuevamente con la A-6 en el enlace de Toral de los Vados.

En declaraciones a EFE, el presidente de la Asociación de Transportistas Río Miño (Aetram), Diego Arias, afirmó que la decisión de desviar el tráfico por esas carreteras es “una auténtica barbaridad”, una “animalada”, porque se obliga a los camioneros a realizar un trayecto “de sesenta kilómetros a mayores”, con la consecuente pérdida de tiempo.

“Quién nos va a pagar a nosotros todo el tiempo que perdemos y el combustible que vamos a gastar, porque esta situación no se va a producir una vez ni dos durante el invierno. Las alertas amarillas por nevadas son habituales en Pedrafita”, recordó.

Además, alguna de esas alternativas incluye el paso “por la localidad de Sarria”, lo que a su juicio aún demorará más el paso de los camiones.

Por su parte, el vicepresidente de Tradime, José Fernández, opina que la solución planteada “es un sinsentido”, porque “por un tramo de menos de un kilómetro se penalizan 88 kilómetros de autovía”.

Los vehículos pesados tendrán que circular “por carreteras que no están preparadas para soportar ese volumen de tráfico”, lo que supondrá “más tiempo de desplazamiento y mayor consumo de gasóleo”.

“Vamos a perder una hora en cada trayecto y gastar unos 60 litros más de combustible, al precio que está hoy el gasóleo”, dijo José Fernández. “Nosotros no lo vemos”, concluyó.