En la cocina de Basílico se encuentra el chef Alessandro Perfini, quien invita a los amantes de la buena cocina a disfrutar de una propuesta culinaria que combina tradición y creatividad. Este restaurante está ubicado en el número 34 de la calle Manuel Murguía.
La carta de Basílico se abre con una selección de entrantes. Entre los más destacados se encuentra el salpicón de pulpo y langostinos, presentado con un delicado carpaccio de mango, concassé de tomate y una vinagreta de balsámico. Otra opción tentadora es el bocadillo de pan Bao, relleno de costilla de cerdo glaseada, acompañada de rúcula y una salsa de yogurt y chipotle. El toque crujiente y lleno de sabor lo aportan los hojaldritos rellenos de setas con migas de tocineta. No podemos olvidarnos de las tostas de sardinas ahumadas, servidas con una mermelada de tomate y queso de Arzúa.
Uno de los pilares de la oferta gastronómica de Basílico es, sin duda, su variedad de pastas y risottos, elaborados con ingredientes de primera calidad y una cuidadosa atención al detalle. Hablamos de platos como los tagliolini al nero di sepia, acompañados de lomitos de langostinos y mejillones o los tortiglioni con mozzarella, que combinan rúcula, tomatitos cherry, olivas negras, parmesano y tocineta. Para quienes prefieren el arroz, el risotto de langostinos con chipirones fritos es una excelente elección, al igual que el risotto de boletus con taquitos de foie gras y parmesano reggiano.
La oferta de Basílico no se limita a pastas y arroces. Las carnes destacan por su calidad y sabor. El solomillo de ternera gallega, servido sobre una cama de patatas, jalea de tomate, alcaparras y un huevo frito, es una verdadera joya para los carnívoros. Además, el restaurante se adapta a la oferta diaria de productos frescos, ofreciendo pescado del día según la disponibilidad del mercado.
Para poner el broche de oro a la experiencia en Basílico, los postres son imprescindibles. Entre todas las opciones destacan: el Banofi, una base de galleta con plátano, toffee, nata montada y chocolate rallado y la Tarta Tatin, un clásico de manzana templada acompañado de helado de vainilla que juega con contrastes de temperatura y texturas.
Los amantes de los sabores cítricos disfrutarán de la Inspiración Naranja, un postre que combina láminas finas de galleta artesana con una crema de vainilla y coulís de naranja. Para los más golosos, el Tortino o coulant de chocolate caliente es una elección irresistible, perfecto para acompañar con un café después de una experiencia gastronómica completa.