Aunque ha mejorado la producción en relación con las variedades más tempranas, la cosecha de castaña en Galicia será “mala” este año”, tanto en “cantidad como en calidad”, dado que apenas se recogerá la mitad que en un “año normal” y, además, hay mucho fruto “con defectos”, a causa de la proliferación de hongos y gusanos.

El presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia, Jesús Quintá, explicó a EFE que las elevadas temperaturas de finales de septiembre y principios de octubre, totalmente extemporáneas, acabaron con el 70% de la primera parte de la cosecha, la que se corresponde con las variedades más tempranas.

Ha mejorado la cosecha en esta segunda parte, porque hay más castañas, “especialmente en la zona de A Montaña” de Lugo, pero aún así es insuficiente para enderezar una campaña que comenzó torcida a causa de la merma provocada por el calor excesivo a principios de otoño.

“Estamos hablando de una mala campaña, porque no llegaremos ni a los diez millones de kilos en toda Galicia. Más o menos el 50% de lo que recogeríamos en un año normal”, dijo Quintá.

Además, hay mucha merma entre el fruto recogido, porque “la calidad no es buena”. Hay “muchas castañas con defectos, a causa de los hongos y de los gusanos”, explicó. Por ello, precisamente, a pesar de que la cosecha es escasa en cantidad, los precios tampoco son demasiado altos, “se mueven, de media, entre 1,20 y 1,30 por kilo para el productor”.